Amigos Con Beneficios ☆

¿Has visto 50 Sombras de Grey?

•Capítulo 31•

Karol

Los dedos de Ruggero se deslizan por mi cuello hasta llegar mi remera, sus manos siguen bajando y llegan a la punta de mi remera quitándola suavemente por arriba.

Continúa besando mis labios y ahora yo saco su playera pero lo hago más rápido que él, como si estuviera apurada.

-No tenemos que apurarnos, aquí no hay nadie que nos pueda ver -asiento y beso su cuello.

Mientras tanto él desabrocha mi sostén y masajea mis senos, caemos a la cama y sigue besando y chupando toda mi piel.

Mis manos van hasta su pantalón y lo desabrocho pero se los termina quitando él solo.

El beso se torna nuevamente ardiente, yo estaba disfrutándolo lento, pero no me quejo.

-Tengo helado -se levanta de la nada dejándome en ropa interior.

Le levanto y voy tras él.

-¿Que...? -él me calla con un beso y va hasta el refrigerador.

¿Estamos en plena acción pero quiere helado? No lo entiendo, ¿vinimos para eso?

-¿Has visto 50 Sombras de Grey? -levanta una ceja y yo asiento entiendo a dónde quiere llegar.

No quiere exactamente tomar helado, quiere otra cosa.

Mis mejillas arden otra vez.

-Hablas de la última, 50 sombras liberadas ¿no? -le sigo el juego acercándome al pote de helado.

-Exacto -abre el pote y toma una cuchara, saca un poco de helado pero yo rápidamente saco la cuchara de sus manos y me adueño del helado.

-Lo siento Rugge, hoy mando yo -guiño el ojo.

Lo empujo levemente hasta un mueble y recorro su cuerpo con la cuchara que tenía, él se ríe por lo frío que está pero no se opone.

Con mi lengua borro todos los rastros de helado que dejé en su piel hasta llegar a su entre pierna, lo tomo en mi mano libre y paso mi lengua.

-Ah, me encanta -jadea Ruggero mientras lame sus labios tratando de contener sus gemidos.

No creo haber visto alguna cosa más sexy en mi vida.

Por último pongo un poco de helado en sus labios y lo saco con mi lengua.

Él me sostiene con fuerza y me acerca uniéndonos en un beso feroz y demandante. Su lengua se encuentra con la mía y comienzan a moverse juntas.

Saca lentamente mi ropa interior y la tira en algún lugar de la casa mientras juego con la orilla de su bóxer.

Nos separamos y Ruggero me alza hasta la mesa volviéndome a besar.
Arrebata el helado de mis manos y recorre con la cuchara mi cuerpo.

Lame toda mi piel en dónde había helado, y continúa por mis pechos. Me estremezco cuando muerde uno de mis pezones. Tiro mi cabeza hacia atrás tratando de no gemir tan fuerte.

Su lengua viaja por mi parte íntima haciéndome ver estrellas, cierro fuertemente mis ojos y muerdo mis labios.

-Oh Dios -suelto una vez que separa su lengua de mí.

Ruggero me besa y aprovecho a morder un poco sus labios. Él sonríe.

Me lleva en sus brazos hasta la cama nuevamente, ya ni sé dónde quedó el helado. Caemos y Ruggero queda encima mío, sigue besando mis labios mientras quita sus boxers con mi ayuda.