Amigos Con Beneficios ☆

Cuando digas que me detenga, yo lo hago

•Capítulo 9•

Karol

-Hola Rugge- Respondí de la misma manera.

-Estas muy linda, pero seguro que tú amigo Lionel ya te lo ha dicho- dijo torciendo los labios.

-¿Celoso Pasquarelli?- dije y el río.

-¿Celoso de que un chico esté pegado a tí con lo hermosa que te ves, que te hable al oído diciendo cosas tiernas mientras yo miro de lejos? No, no estoy celoso- dijo con una sonrisa.

-Celoso- afirmé y besé su mejilla.

-Oye, no hagas eso- dijo y fruncí el ceño.

-¿Que no haga qué?- pregunté.

-Acercarte, me estás volviendo
loco- dijo y mojó sus labios.

-Tu viniste aquí- dije y me encogí de hombros.

-No aguante más, es que estás jodidamente Sexy, Sevilla- dijo con voz seductora.

Reí ante la confesión de aquel chico pero ¿Y su novia?

-Gracias, también lo estás, pero ¿Me estás mintiendo verdad? - dije y reímos. El siempre que me dice algo lindo lo termina con "Nah, mentira"

En un momento a otro Ruggero me tomó del rostro y besó mis labios, apasionadamente.

Su cálida lengua se enredó con la mía mientras nuestros labios se movían al compás del otro.

Me separé rápidamente ya que quiero evitar todo tipo de peleas o problemas con Candelaria.  Y obviamente quiero evitar todo tipo de mal entendido entre nosotros.

-Ruggero, tu novia- dije seria.

-Olvidalo, te deseo Karol- dijo y volvió a unirnos con un beso, con más necesidad. -Cuando digas que me detenga yo lo hago- dijo sobre mis labios y yo negué.

-No, no pares. Por favor- dije aún besando sus carnosos labios.

Por un momento olvidé que estábamos en un lugar público y todos nos podrían estar mirando, y su novia no era la excepción.

-Vamos a mi habítacion- habló Ruggero y yo solo asentí y salimos lo más rápido que pudimos.

Se que esto está mal pero hay algo que no me permite parar, creo que es la pasión del momento, simplemente no lo sé. Quisiera detenerme pero no puedo.

Subimos al ascensor y él estaba por besarme pero reuní fuerzas y valentía para detenerlo.

-Ruggero, sabes que esto puede arruinar tu relación con Candelaria y también nuestra amistad- dije un poco agitada.

-Candelaria no sé va a enterar, y en cuanto a nosotros... Podemos seguir siendo amigos, solo que con beneficios. Sin sentimientos y solo placer, nada malo podría ocurrir- dijo y el ascensor se abrió.

—Okey, en eso coincido, sin sentimientos no hay sufrimiento— dije arreglando mi cabello.

Ruggero estaba por abrir la puerta del cuarto pero lo detuve.

-¿Estás seguro?- pregunté y el sonrió.

¿Yo estoy segura? Esa era la verdadera pregunta.

No tengo ni idea de que vaya a pasar, ni siquiera se porque accedo tan fácilmente, tendría que hacerme valer más como persona, y sobre todo como mujer.

Pero sinceramente en este momento mis hormonas son las que dominan mi cuerpo. 

-Mas que nunca- respondió y abrió la puerta.