Amigos Con Beneficios ☆

Si sabes que es estúpida ¿para que me lo preguntas?

•Capítulo 42•

Karol

Cuando Ruggero besa o toca una parte de mi cuerpo manda onda de electricidad por mis extremidades y se siente tan bien.

En un movimiento él queda sobre mí calentando todo mi cuerpo. Sentir esto otra vez no se compara con nada, pero no puedo disfrutarlo.

Ruggero me saca la remera y besa mis pechos descubiertos, los toca y los lame, baja a mi abdomen y no puedo evitar arquear mi espalda y soltar un leve gemido.

Se me viene a la cara Bianca, esa mirada triste cuando contaba su historia, pero esa sonrisa radiante al hablar de Ruggero, lo enamorada que está de él, y yo estoy siendo una irrespetuosa en este momento, no puedo permitirme aprovechar de que ella no esté.

Debo hacerme valer, como persona y más que nada, como mujer.

Ruggero continúa sacandose la remera pegando su cuerpo con el mío, sentirlo así me vuelve loca, su piel con mi piel se siente tan bien, pero lucho con todo eso que siento ahora mismo y lo tomo de los hombros, veo los rojos que están sus labios, seguro los míos deben estar igual. Sin pensarlo mucho, hablo.

—No debemos hacer esto —trato de calmar mi respiración.

Él lame sus labios y solo se limita a mirarme.

—Yo... —aprieta sus labios pero no habla —Está bien —se levanta y  busca su remera.

¿Qué? Ruggero iba a decirme algo y decidió quedarse callado.

Me pongo la remera y lo miro otra vez, agarro su rostro y trato de ver a través de sus ojos que quiere decirme, pero es tan difícil leerlo, no demuestra nada, es como su hubiera una barrera tapando cada sentimiento.

Él quita suavemente mis manos —Si quieres puedes hacer los ejercicios sola, luego me traes el cuaderno y los corrijo.

—Ok —busco mi buzo, me lo pongo y junto todas mis cosas metiendolas en mi mochila.

—¿Y, Karol? —volteo antes de salir
—Lo siento —rasca su cuello y mira hacia otro lado nervioso por cuál pueda ser mi respuesta.

—Está bien, yo también lo siento —sonrío triste y me voy. No quiero seguir viéndolo.

No puede ser. No puede ser.

Agarro mi cabeza con ambas manos, no puedo mantener mi cuerpo así que apoyo mi espalda contra la pared secando algunas lágrimas.

Siento que algunos están mirándome pero no me importa, yo sigo en esa nube oscura y horrible que me rodea todos los días.

Mierda Karol, tiene novia, conoces a la novia, Y TE CAE BIEN LA NOVIA, por todos los cielos, ¿que he hecho?

Golpeo mi cabeza contra la pared una y otra vez, pero no muy fuerte, tampoco llego a ese nivel de masoquismo.

—Eh, se que es una pregunta estúpida pero ¿estás bien? —saco mis manos de la cara para encontrarme con un chico alto, bueno, todos son altos para mí.

—Si sabes que es estúpida ¿para que me lo preguntas? —Me cruzo de brazos.

—Okey... sé que tienes un mal día pero no te desquites conmigo, puedes contarme si quieres —sonríe mostrando unos perfectos dientes y ni hablar de la sonrisa.