Amigos Con Beneficios ☆

Fue un golpe muy fuerte

•Capítulo 56•

Karol

El sol pega fuerte en mis ojos haciéndome casi imposible poder abrirlos. Me giro para que esa luz no me siga pegando.

Siento un leve dolor en pierna y entonces recuerdo pero mi espalda ya se siente perfectamente. Abro rápidamente mis ojos mirando a mi alrededor. Carolina está durmiendo en la otra cama como si no fuera a despertar en dos días.

Ruggero, pienso. A mi lado no había nadie, se había ido ¿cuándo?
De todas formas es lo mejor, no iba a saber qué decir o qué hacer.

Me estiro un poco tratando de alcanzar mi celular junto a la cama. Tenía algunos mensajes preguntando como estoy, pero para ahorrarme en trabajo contesto en el grupo que tengo con todo el equipo, muchas contestan casi al instante diciéndome que por favor no salga de mi cama hoy.

Ya son las 10:40 así que comienzo a tirar mis almohadas hasta que choquen con la cara de mi amiga, necesitaba levantarla.

—¿Que que que? —me devuelve todas de un modo algo agresivo mientras refriega sus ojos acostumbrándose a la luz.

Río —Ya van a ser las once, deberías levantarte —acomodo otra vez las almohadas.

—Me duele mucho la cabeza.

—¿Tomaste mucho anoche?

Ella parece recordar algo y abre sus ojos más de lo normal —No tanto como para olvidarme que Ruggero estaba durmiendo con vos ayer.

Ah, mierda.

—Bueno, es que...

—No quiero explicaciones, es tu vida, mientras estés bien lo demás no importa.

Examino un poco sus gestos, sus palabras.

—Te comiste a Agustín —aseguro. Ella trata de negarlo pero termina por aceptar.

Siempre que está tan buena conmigo es porque algo hizo, no estaba segura de que fuera Agustín otra vez, pero por la culpa que sentía no iba a ser un tipo cualquiera, debía ser alguien "importante". No digo que Carolina nunca sea buena, pero vamos, ni siquiera quiso saber nada entre Ruggero y yo, eso es raro.

—Solo se dio, no sé, tomé mucho, vos no estabas y sé que me dije miles de veces que eso no vuelva a pasar, pero no pude.

—Caro tranquila, fue un beso, no tiene por qué ser algo importante y lo sabes.

—Si, como sea —se levanta —No quiero hablar de eso, tengo que comer algo o voy a morirme, vos también tenés que comer, entiendo que ayer te hayas comido a Ruggero pero no es suficiente para sobrevivir.

Suelto una ruidosa carcajada mientras intento levantarme —No pasó nada, solo dormimos, él tiene novia y hay que respetar eso.

—Ajá, digamos que te creí, vamos —estira su brazo hasta mí —Lávate la cara y todo eso y luego nos vamos a desayunar.

Yo podía pararme y caminar perfectamente, solo un pequeño dolor en mi pierna derecha. De todos modos Carolina me ayuda a moverme, quiere que trate de descansar mis músculos lo más posible.