•Capítulo 41•
Karol
—Así que al finalizar sus horas de clases van a ir a sus respectivos castigos, por favor, repitan cuales son sus deberes —la fuerte voz de la directora hace eco por toda esta oficina.
—Organizar la blioteca —respondo sin muchos ánimos.
—Limpiar lo patios —habla Carolina.
—Bien, la próxima cada una va a ser designada para limpiar un baño, les conviene no seguir dando problemas —caro asiente pero yo no puedo quedarme callada, es un defecto mío, si algo es injusto lucho por hacer justicia.
—¿Candelaria no recibe castigo por robarnos nuestra carpeta? —me cruzo de brazos y trato de verme más seria.
—Ella dijo que ustedes se las olvidaron, mientras no se demuestre lo contrario no podemos hacer nada —yo ruedo los ojos.
Parece que hacer justicia no se me ds bien.
—Pueden irse —asentimos y salimos lo más rápido posible de su despacho.
—Las voy a matar —Carolina está explotando de rabia en este momento, no digo que yo no, porque tengo unas fuertes ganas de ir y darle su merecido pero tampoco quiero que llegue un punto en que mis padres se enteren, todo sería peor para mí.
—Vamos a conseguir las pruebas necesarias para que sepan lo que nos están haciendo, no se van a salir con la suya —mi amiga asiente pero no parece convencida, su ceño sigue fruncido y su respiración pesada.
Mi celular comienza a vibrar, son mensajes de Ruggero.
Baloo: ¿vienes?
Mi corazón palpita desesperadamente.
Yo: si, solo espérame tantito.
Guardo mi celular hasta que llegamos a la habitación.
—¿Y esa sonrisa? —Caro me mira pícara.
Ni siquiera me di cuenta que estaba sonriendo tanto.
—Voy a aprender matemáticas ¡yei! —digo sarcásticamente y reímos.
Todos sabemos que estoy feliz por ir a verlo, por más que quiera negarlo, por más que intente apagar todo tipo de sentimientos siguen ahí, a flor de piel.
Busco algo lindo para ponerme pero es mucho más difícil si por alguna razón quiero que él me vea bonita, así que dejo de lado mis pensamientos y me visto cómoda, unos shorts vaqueros con una remera de tirantes sin brasier porque arriba de la remera llevo un buzo de colores que llega hasta mis muslos, está fresco y no tengo ganas de pasar frío.
En los pies me pongo mis pantuflas, después de todo solo voy a estudiar.
—Me voy —informo a mi amiga.
—Ok, aprende mucho —me guiña un ojo, o bueno, lo intenta porque no le sale muy bien.
—Ya podrás lograrlo —río y salgo de la habitación. Con dedos temblorosos llamo al ascensor que no tarda en llegar.
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Amigos Con Beneficios ☆
Ficção AdolescenteNo quiero arruinar nuestra reciente relación de amigos, pero también quiero divertirme un rato ¡Para eso existen los amigos con beneficios! Además sin sentimientos no hay sufrimiento ¡Bien dicho! Ok, tal vez no entendí la parte de NO SENTIMIENTOS...