Amigos Con Beneficios ☆

No nos llevamos muy bien, es un motivo suficiente

•Capítulo 26•

(Maratón 5/5)

Karol

Terminamos gimnasia y fuimos a las duchas, ah, no se los mencioné, luego de gimnasia es obligatorio ducharse aquí en estos vestidores que tienen ducha y son súper grandes, no entiendo porque no podemos simplemente ir a nuestra habitación.

—¿Porqué no podemos subir? —le pregunto a Carolina y ella se encoge de hombros.

—Es nuevo también para mí —responde.

¿Se supone que tenemos que ducharnos y volver a ponernos esta ropa sucia? ¿Sin sacarnos? Porque claramente no hay toallas.

—Profe —Carolina le llama a Gisela.

—¿Si?

—¿Y nuestra ropa, y la toalla?

La profesora quedó pensando.

—Si me prometen que volverán yo les dejo ir por sus cosas.

Todas asentimos entonces Gisela nos hace una seña para irnos.

Buscamos nuestras cosas rápidamente así podíamos ganar ya el lugar en los baños porque hay diez y somos como veinte.

Bajamos y ya había dos chicas entrando a sus baños y la profesora tenía una lista en sus manos.

—¿Sus nombres?

—Yo soy Karol Sevilla y ella Carolina Kopelioff —luche por que el apellido de caro me saliera bien.

—Bien, adelante —dice una vez que anota algo, seguro tiene miedo a que alguna se quede en su cuarto.

Entramos a los baños y pero la ropa había que dejar afuera así que la dejo ahí y la de gimnasia también y entro en ropa interior igual todas somos chicas y supongo que no hay nada que tenga yo que las otras no.

Salgo del baño envuelta con una toalla en busca de mi ropa que había dejado en un banco.

No está.

Mierda.

La busco por todos lados, debe de estar por aquí.

Carolina sale y me ve desesperada entonces pregunta...

—¿Que pasa?

—Mi ropa no está —alarmada sigo buscando y la cara de pánico en Carolina es notoria, su ropa tampoco está.

Y aquí me doy cuenta de que no jugaron una broma, y según yo fue Valentina y su grupo ya que las otras chicas salen y sin problemas se cambian porque tienen sus ropas ahí, sin que nadie las haya tocado.

Aggggg.

—¿Qué hacemos? —me pregunta pero no respondo, estoy en blanco, no se que hacer.

Yo estaba con la ropa interior que me saqué hace rato en mis manos, estaban mojadas porque decidí lavarlas un poco.

—Busquemos a Gisela —le recomiendo esa idea y ella no lo duda y comenzamos a buscar.

—¿No han visto a la profesora de gimnasia? —la profe no estaba por ningún lado. Carolina alza su voz así nos oyen todas.

—Se fue hace rato —una chica de rulos rubios nos dice.

—Ah, gracias.

Lo peor de todo era que nadie tenia nada para prestarnos, o nadie nos quería prestar.

—Vamos así —ella me mira y no dice nada.

—No, nos pueden ver.

—Nadie nos dirá nada, le contamos la verdad y listo.