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ANNA.- parte 2.

- Vaya es un honor conocerte Anna- dice Sebastián. Yo me pongo a un lado de mi papá- tiene tus ojos.

- Si, en lo demás se parece a su madre... hija porque no vas a tu cuarto- vaya era la primera vez que mi papá me decía eso, y eso es demasiado raro.

- Claro- digo y me voy a mi cuarto. Pongo música no tan alta para no molestar a mi papá y a sus amigos, me pongo a hacer la tarea cuando mi teléfono comienza a vibrar, lo tomo y es una llamada de un número que no conozco y sin pensarlo contesto.

- ¿Hola, ¿Anna?

- Si ¿quién habla?

- Soy Daniel O'Brien, pensé que reconocerías mi voz.

- Hola Daniel ¿cómo conseguiste mi número ?

- Bueno le pregunte a las gemelas y me dieron tu número- dice mientras su voz suena un poco avergonzado.

- Oh no importa.

- Bueno... quería decirte, si no estás ocupada... que si ¿estas libre el día de hoy?

- No, estoy libre.

- Bueno... voy por ti luego.

- Claro te envió la dirección de mi casa.

- Ok, te veo en un rato- digo y cuelgo y le mando la dirección de mi casa. Me cepillo el cabello y me pongo brillo labial. Después de un rato recibo un mensaje de Daniel ya casi llega a mi casa. Bajo para avisarle a mi papa que voy a salir.

- Papá voy a salir.

- De acuerdo pero no llegues tarde a casa.

- Ok.

Después mi teléfono suena y Daniel me dice que está afuera, me despido de mi papá y de sus amigos y salgo. Había una Jeep negra y afuera recargado en la puerta del copiloto estaba parado Daniel con las manos en los bolsillos delanteros, pude ver como se sonrojo un poco mientras me iba acercando.

- Hola Daniel- digo mientras le dedico una sonrisa.

- Hola Anna... te ves bien.

- Gracias tú también te vez bien Daniel.

- ¿Nos vamos?- dice y me abre la  puerta de la jeep.

- Claro- digo mientras me subo para cerrar la puerta detrás de mí.

Fuimos al parque a dar un paseo y después fuimos a una cafetería.
Debo admitirlo... Daniel no están malo, de echo mientras hablas más con él más confianza tiene en las personas pero como él es tímido, le da pena hablar con más personas, piensa que lo van a rechazar, yo lo invite a que conociera a mis amigos pero él lo duba, quería que tuviera una vida social como todos los demás y que tuviera confianza en sí mismo.
Al salir de la cafetería seguimos caminando en el parque para continuar con la charla de la cafetería, lo conocí mejor y el me conoció a mí. Compramos unos helados y nos sentamos en una banca que daba a los juegos infantiles. Pude notar que Daniel me estaba mirándome.

- ¿Qué tienes?- digo y él se voltea mientras se agacha un poco- ¿dije algo malo?

- No, no, es que... olvídalo.

- Está bien- seguimos platicando y reímos un par de veces hasta que se empezó a ocultar el sol. Me llevo a casa.

- Bueno gracias, y me alegro conocerte mejor- digo mientras le dedico una sonrisa y esta vez no se encoje de hombros ya que nos conocemos un poco más ya tuvo la confianza necesaria con migo.

- Me alegro que te divirtieras, a mí también me gusto pasar el día contigo- dice mientras pone sus manos en sus bolsillos delanteros.

- Bueno, te veo en la escuela.

La venganza del alma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora