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ANNA.

Pasaron los días, semanas y casi un mes, las cosas con mi papá fueron muy agradables ya que poco a poco intenté de que no pensara tanto en Daniel, pero por otra parte no podía ya que estaba mi amigo Daniel O ́Brien. Me dijo que no sentía tristeza mientras no lo mencionara a diario ya que en todos estos días Daniel y yo hemos estado saliendo más seguido con los chicos, seguía con esa timidez pero noté una pequeña diferencia en sus ojos ya que estaban más claros que la última vez, no lo noté hasta cuando decidimos ir de nuevo al parque de diversiones y entramos a la casa del terror, fue ahí donde me di cuenta con la oscuridad que había en el lugar y la oscuridad no era lo suficiente para ocultar sus ojos ya que podía seguir viendo con ese brillo en ellos y en cómo se iluminaba un poco.

Eso fue un poco raro ya que con los días la luz de sus ojos en ocasiones era más intenso y en ocasiones no tanto. No sé porque pero lo relacioné con el accidente que tuvo ya que cuando se accidentó varios golpes estaban cerca de sus ojos pero no sé si sabía eso.

- ¿Qué quieren hacer este fin de semana?- pregunta Irina.

- No lo sé- digo mientras le doy una a una dona de chocolate.

- Vamos Anna, por lo menos una vez menciona un lugar en donde podamos pasar bien- dice William pero yo no digo nada.

- Ya sé a dónde- dice Scott- porque no vamos a un club- niego con la cabeza- ¿por qué no Anna?

- Saben lo que piensa mi papá de eso y sigo siendo menor de edad.

- Pero vas a estar con nosotros, no nos dirán nada- dice Emily con mucha confianza.

- Lo siento pero saben que no, mejor vayan ustedes- digo mientras le doy un sorbo a mi café.

- De acuerdo, pero te perderás una noche muy buena- me guiña un ojo William.

Al terminar cada quien se fue por su cuenta. Llego a mi casa y me dirijo a mi cuarto para hacer mi tarea y así tener todo el fin de semana libre y de no preocuparme por hacer las cosas al último. Pero no me di cuenta a qué hora me quedé dormida.

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Estoy en mi cuarto y siento que estoy en una zona suave, estiro mi mano y siento la textura, me incorporo rápido y veo que estoy en una habitación que no es la mía, no sé de quién es. Me levanto de un solo golpe y comienzo a caminar por ella, a un lado de la cama hay un pequeño mueble con un marco de foto, me inclinó un poco y la tomó. En la foto muestra a un niño sonriendo y con una mujer, parece ser su madre. El niño parece de unos cinco años y tenía unos ojos café claro y cabello negro liso, la mujer se parecía mucho a él si debían de ser madre e hijo. Después me doy cuenta ¿cómo carajos llegue aquí? ese niño es Daniel y esa mujer debía de ser su madre, dejo la foto en su lugar y me dispongo a salir de la habitación pero antes de que pueda abrirla se abre sola la puerta dejando ver a Daniel caminando normal, me quedo en el mismo lugar quieta esperando a que me diga algo, pero no pasa nada. Llega hasta su cama y se sienta en la orilla, pero lo que siguió me dejo atónita. Otro Daniel entró a la habitación ¡¿Qué demonios está pasando?! Dos Daniel, dos Daniel O'Brien en la misma habitación ¡¿qué está pasando?! No sé cómo actuar ya que me congelo por lo que estoy viendo, ¿cuál es mi amigo? Y ¿Cuál es con quien he estado todo este tiempo? Uno de ellos habla y me saca de mis pensamientos.

- ¿Cómo vas con ella?- pregunta el segundo Daniel, al menos podía distinguirlos ya que vestían diferente y estaban en lugares diferentes, el que estaba sentado a la orilla de la cama es con el que estaba almorzando con mis amigos ya que seguía con las mismas prendas, unos pantalones de mezclilla, una camiseta gris y una chaqueta negra, el segundo vestía de pantalones de mezclilla y una camiseta azul marino con una raya amarilla que atravesaba de la parte del hombro hasta su cadera.

La venganza del alma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora