EPILOGO II

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DANIEL O'BRIEN.

Ya han pasado tres meses, un poco diferentes con respecto a mis hijos ya que ellos pueden ver a la gente muerta divagar por ahí, en más de una ocasión cuando estoy con ellos ese instinto que siempre se activa cuando estaba cerca de Wolf ahora siempre lo siento cada vez que ellos ven a alguien pero yo no lo puedo ver, me gustaría saber a quién están viendo pero como aún no saben nada de la vida solo me dispongo a verlos jugar y sonreír.

Anna en ocasiones no ha dormido respecto a unas pesadillas que ha tenido que soportar la mayor parte de las noches ya que siempre que me despierto no está en la cama dormida sino más bien está en el patio sentada en una de las sillas, o sino a veces se la pasa en el cuarto con mis hijos ya que en ocasiones no se duermen y se queda con ellos, yo ya no sé cómo hacerle para que Anna pueda estar en paz ya que siempre que estamos solos a veces está un poco inquieta y pone un pretexto cualquiera. Por las mañanas la veo y la dejo dormir el tiempo que necesite para que se sienta bien en todo el día, tal vez algo le haya afectado cuando nos decidimos de Wolf y las palabras que me dijo de aquella vez que soñó con mi papá no dejan de darme vueltas en la cabeza haciendo que en ocasiones me desespere hasta el grado de llegar ebrio en varias ocasiones a la casa. Ella intenta ocultar lo que teme, pero yo sé que no puede dejar de sentir miedo, yo intento comprenderla dejándole un poco despacio y dejando que se distraiga un poco con Emily, si seguimos así las cosas no mejorarán. Lo que he notado de ella es que siempre que salimos se siente mejor que cuando estamos en casa, ella no lo siente pero siempre que regresamos a casa su actitud vuelve a ser la misma de siempre por eso decidí que cuando a Rachel le den las vacaciones de verano iremos a cabo de hornos a distraernos un poco por el asunto de mis hijos y también de Anna ya que es la que más me preocupa en este momento más que nada.

Rachel sigue siendo la misma niña alegre que le gusta pasar tiempo con mis hijos, siempre intenta hacerlos reír y a veces ellos le jalan su cabello cuando ella esta distraída con Bonnie, siempre que veo esa escena donde Anna comparte sonrisas con ellos es un alivio ya que se olvida de lo que está sintiendo pero al poco rato vuelve a caer en ese estado, se ha vuelto más callada y un poco aislada, he hablado con los chicos para que me ayuden un poco con ella animándola pero a veces que nos invitan a salir con ellos no quiere, haciendo que me confunda más con las cosas...

Estábamos acomodando las maletas ya que las vacaciones para Rachel llegaron y Anna se mostraba un poco alegre cuando le dije que saldríamos, tal vez estoy arrepintiéndome de habernos mudado aquí por eso cuando llegamos no vamos a llegar a esta casa si no a otra nueva que encontrado cerca de las oficinas donde trabajo y que nos queda cerca de la escuela de Rachel. Hablé con Omar, Scott y William si me podían hacer el favor de cambiar todas nuestras cosas a la nueva casa, les conté lo que estaba pasando con Anna y ellos accedieron. No sé cómo lo tome Anna cuando regresemos ya que no quiero problemas con ella, después de todo este tiempo no hemos tenido una pelea, ni siquiera cuando enfrentamos a Wolf peleamos, siempre los dos intentamos esquivar las peleas pero esta vez tengo el presentimiento que tengamos una pequeña pelea, digo pequeña porque sé que a Anna no le gusta pelear y menos con los niños.

Conduje hasta la casa que Sebastián le dejó a Anna, teníamos tiempo sin venir a esta casa y prometí que están serian unas vacaciones sin más desvelos para Anna solo que no puedo prometer que Víctor y Vincent dejen de ver cosas ya que es un don para ellos, siendo sincero con eso, aunque no me deja la curiosidad así que solo falta esperar a que ellos puedan hablar y caminar.

La noche ya había sido así que solo cenamos y nos fuimos a dormir, como no teníamos cunas para mis hijos tuvieron que dormir en sus porta bebés, no molestaron en la noche más bien parece que les gusta dormir en los porta bebés que en sus cunas.

A la mañana siguiente fuimos a la playa, nos sentamos debajo de una sombrilla mientras vemos como Rachel brinca por arriba de las olas que van golpeando la arena.

La venganza del alma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora