La venganza del alma.

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ANNA.- Parte 1.

El año nuevo nos la pasamos en casa de mi papá junto con los chicos ya que sus familias estaban de viaje, decidimos juntarnos y organizar una pequeña fiesta. Mi papá, Daniel, Scott y William se separaron unos cuantos pasos de nosotras tomando una conversación de hombres mientras compartían unas cuantas cervezas mientras compartían risas, las gemelas Rachel y yo estábamos en la sala, platicamos de los nuevos empleos que las gemelas tienen en las oficinas frente a las de Daniel que no les va nada mal ya que ellas están comenzando a hacer los diseños nuevos que la empresa usará, después platicamos de mi bebé ya que ellas querían saber el nombre pero aún no nos decidimos ya que tenemos varias opciones así que esperaríamos hasta que naciera para estar de acuerdo. Cuando dieron las doce campanadas anunciando el año nuevo todos nos felicitamos y tomamos una foto del momento. Por último, todos hicimos un brindis diciendo nuestros propósitos de año nuevo, nos quedamos un momento más hasta que las gemelas, Scott y William tuvieron que retirarse ya que era un poco tarde. Ayudamos a juntar un poco la casa a mi papá antes de retirarnos a la casa de campo, Rachel se quedó despierta hasta que llegamos a casa, la ayude a ponerse la pijama y la acosté. Salí de su cuarto y me dirigí al de nosotros, me puse mi pijama y me metí debajo de las cobijas, Daniel estaba en el daño y para eso el sueño ya me estaba ganando, cuando él entró a la cama ya estaba por quedarme dormida, dijo algo pero no le entendí nada y me quedé dormida.

Ya se habían cumplido cinco meses de mi embarazo así que ya podíamos saber el sexo del bebé. Estábamos en los pasillos del consultorio esperando nuestro turno, la puerta se abre y deja ver a una mujer también embarazada más avanzado al mío junto con otro pequeño niño de nomas de seis años, el doctor sale y nos invita a pasar y me pide que me recueste sobre la camilla, eso hago y Daniel pone a Rachel sobre sus piernas mientras se sienta en una silla al lado de la camilla. El médico levanta un poco mi blusa y pone un poco de gel después pone el ultrasonido sobre mi estómago, miramos el monitor por unos segundos cuando el médico decide hablar.

- Bueno, al parecer son dos son... dos varones.

- ¿Qué?- decimos al mismo tiempo Daniel y yo.

- Si son gemelos, barones- miro a Daniel y los dos nos sonreímos- al parecer el segundo estaba escondido detrás de su hermano pero conforme fueron creciendo se movieron de posición dejando ver al segundo- comienza a limpiar mi estómago y bajo mi blusa, Daniel dejo a Rachel en el suelo y me ayudó a bajar. Rachel me toma de la mano con una enorme sonrisa y yo se la devuelvo.

- ¿Cómo se van a llamar?- dice Rachel mirando mi estómago.

- Eso lo veremos luego, ¿sí? Ahora solo hay que esperar- el médico nos pide que sigamos con los mismos pasos para que no ocurra nada malo con mi embarazo. Salimos y nos dirigimos a la casa de mi papá ya que él quería saber si iba a ser niño o niña. Cuando llegamos él nos recibe con una sonrisa, nos invita a pasar a la sala y nos ofrece un poco de jugo de naranja.

- Tenemos buenas noticias papá- él solo espera mi respuesta- son gemelos, vas a tener dos nietos en vez de uno como lo pensábamos todos desde un principio.

- Vaya- suspira- pero ¿cómo no se enteraron de que eran gemelos?

- El segundo se escondió detrás de su hermano y cuando crecieron un poco más se movieron de posición dejándose ver- le explica Daniel mirándome de reojo.

- Eso debió de ser sorpresa para ustedes, incluso para mí.

Esa misma tarde nos quedamos a comer mientras compartimos una plática acerca de los gemelos, Daniel y yo nos decidimos por los nombres que habíamos tenido en mente, Vincet y Víctor así se llamarían los gemelos, a mi papá les encantó los nombres y dijo que son aptos para ellos.