DANIEL O'BRIEN.
Después de insistirle demasiado al que se estaba haciendo pasar por mí, logré recuperarlo pero me dijo el que iba a buscar a otro para que el siguiera por su cuenta y yo por mi cuenta, no sin antes decirme que iría a buscar a Anna. No sé qué quiere con ella no me lo ha querido decir pero no puedo dejar que se acerque y por eso tengo que estar atento a cualquier persona que se le acerque aunque sea cuando esté de compras por eso no me he presentado en la escuela y en cambio la estado siguiendo, hasta que me enteré de que iba a ser su cumpleaños y ese era un buen motivo para comenzar una conversación.
Después de responder a sus preguntas quedé con las gemelas para pasar con ella el día de su cumpleaños. Ese día lucía muy hermosa ya que el vestido no se le veía nada mal. En la fiesta decidí no tomar mucho, y ya en la pista de baile estaba bailando con ella ya que no me quedo de otra pero me dejé llevar ya que quería estar con ella pero no sabe que ella me gusta desde hace un tiempo. Yo me movía al ritmo de la música al igual que ella, ella es perfecta, es demasiada pequeña a comparado de mi estatura, y su cuerpo, sé que no debo pensar de esa manera de ella pero en cómo se mueve al ritmo de la música no puedo dejar de mirarla. Bailamos, descansamos, bebimos y bailamos toda la noche.
Vi la hora en mi celular y eran las dos de la madrugada y para esa hora Anna ya estaba pasada de copas.
- Descuida Daniel dentro de unos minutos vamos a estar así como tú pero con las gemelas- dice William.
- Creí que Anna se quedaría en casa de las chicas a dormir cuando terminara la fiesta- me lo dijo Anna mientras veníamos hacia la fiesta.
- Bueno, creo que puede esperar ya que tenemos que ir a buscarlas y esas no son fáciles- se burla Scott.
- Bueno los esperamos afuera- digo mientras caminábamos hacia la entrada. Ya estando fuera Anna se detiene de la nada.
- Daniel, tengo que...- pero no termina la oración ya que se despegó de mí y da unos cuantos pasos, se inclinó un poco y vomita, voy con ella y le quito el cabello de la cara, se estuvo en esa posición por unos segundos más y después se endereza.
- ¿Estás mejor?
- Eso creo- se vuelve a pegar a mi cuerpo.
- Ven damos- sin más, paso una mano por su espalda y otra por sus piernas, comienzo a caminar con ella en brazos hasta mi auto. Después de que la dejo en el asiento del copiloto y le pongo el cinturón se queda dormida. No sé en donde viven las gemelas y tampoco contestan mis llamadas, no me quedo de otra que llevar a Anna a mi departamento, lo bueno era que solo se hacían cinco minutos en auto de donde estábamos a mi departamento.
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Bajo al estacionamiento, bajo del auto para ir al otro lado donde estaba Anna aun dormida, la tomé con cuidado para que no se despertara. Entré al elevador y oprimí el número que llevaba a mi piso, el último piso. Camine por el pasillo hasta el fondo la última puerta, entramos y camine hasta mi habitación, con cuidado la deje sobre mi cama, le quite los tacones dejándolos a un costado. Cierro despacio la puerta y me dirijo a la habitación de huéspedes dejándome caer sobre la suave cama.
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-Sabes que iré por ella y no podrás impedírmelo- escuche una voz y abro los ojos de golpe. No estaba en mi departamento, estaba fuera de la casa de Anna. No hace falta saber quién está provocando este sueño, lo sé ya que conozco la realidad de un sueño y por lo que pase estoy más seguro de que esto es un sueño. Miro al rededor y la calle está sola, no hay niños en los jardines jugando, no hay autos estacionados en las entradas de la casa, nada. Sin dudarlo entro a la casa de Anna con mucha facilidad ya que recuerdo como atravesar las cosas.
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La venganza del alma.
Mystery / Thriller¿Te atreves a leer está historia? No todo es lo que se ve a simple vista... ¿Que pasaría si un día despiertas, todo va tranquilo y al final tienes un accidente, donde mueres y tu alma sale de tu cuerpo dejándolo vacío, pero luego llega un intruso y...