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ANNA.

Siento la respiración de Daniel sobre mi cuello provocando un pequeño escalofrío. Me levanto y hago mi rutina diaria, aun no es medio día, Daniel está sentado sobre la cama más relajado que ayer al igual que yo.

- Iré a hacer el desayuno- el asiente y bajo a la cocina, y hago pollo frito, me siento en la isla de la cocina y Daniel entra al comedor- ya te sirvo- me levanto y le sirvo, él está frente a mí y comenzamos a comer, de un momento a otro, miro la comida que está frente a mí y una sensación de vomitar me invaden.

- ¿Estás bien Anna?- niego con la cabeza y salgo corriendo de la cocina, entro al baño de la habitación, cierro la puerta detrás de mí, me inclino frente al retrete y vomito todo lo que había comido.

- Anna- unos golpes del otro lado de la puerta y la voz de Daniel se escucha- ¿estás bien? ¿Puedo pasar?- no contesto nada ya que cuando estoy por ponerme de pie vuelvo a vomitar.

- En un segundo salgo- consigo decir. Jalo la cadena, me pongo de pie y enjuago mi boca, me miro al espejo y estoy un poco pálida y no sé porque. Salgo y me estampo con el cuerpo de Daniel, toma mi barbilla haciendo que lo mire a los ojos.

- Estas pálida Anna.

- Debió ser el poyo.

- Descansa un momento.

- Pero y si vienen...

- Descuida solo en lo que te sientas mejor.

- Está bien- me recuesta de nuevo sobre la cama y se queda un momento a mi lado, consigo tener un poco de sueño y me quedo dormida.

- Anna, despierta ya casi llegan- siento un leve movimiento sobre mi hombro, abro los ojos y Daniel está a mi lado- ya no estás tan pálida ¿te sientes mejor?

- Si- salgo de la cama, nos dirigimos hacia la sala y esperamos unos minutos, el timbre suena por la casa, Daniel se apresura a abrir la puerta.

- Hola, soy Margara- la voz de una mujer suena en el marco de la puerta, ella es la misma que estaba con nosotros cuando se llevaron a Rachel, la saludamos y la invitamos a pasar a la sala, nos sentamos frente a ella, lleva con ella un folder en las manos.

- Usted es tío de Rachel cierto- Daniel asiente y me mira- ¿y usted es...?- dice mientras levanta una ceja.

- Yo soy Anna, la pareja de Daniel.

- Muy bien- anota algo en el folder- ¿esta casa es propiedad de los dos o solo de uno?

- Es de Anna, su mamá se la dejó cuando murió.

- ¿Puedo caminar por la casa?- nosotros asentimos, ella camina por toda la casa y cuando llega al cuarto donde teníamos la mochila de Rachel ella la toma y nos mira- ¿esto es de la niña?

- Si la trajimos y se quedó con nosotros una noche- dice Daniel.

- ¿Puedo llevarla? No tenemos nada de ella y no sabemos cuánto tiempo este con nosotros tomando en cuenta de que si ustedes se queden con ella.

- Si claro- digo mientras asiento con la cabeza. Ella continua con su recorrido y se encuentra con Bonnie en el pasillo, no le presta mucha atención y se concentra en lo que vino a hacer. Regresamos de nuevo a la sala, ella está haciendo unos apuntes y luego nos mira.

- De acuerdo, ¿nadie más vive con ustedes?

- No, solo somos nosotros- dice Daniel.

- Todo estuvo bien y no hubo nada que estuviera fuera de lo normal, y tienen lo necesario para poder adoptar a Rachel- se pone de pie y se acomoda su saco- les llamaremos cuando tengamos la respuesta y le haremos saber si la niña se queda con ustedes o tenemos que encontrarle un hogar- se despide y la acompañamos a la entrada. Daniel suspira y se lleva una mano pasándola por su cabello, yo lo abrazo y una mano acaricia mi espalda y otra mi cadera.

La venganza del alma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora