ANNA.- Parte 2.
- No, necesito ir hoy, vamos- le tomé la mano y salimos lo más rápido hasta llegar al estacionamiento. No dejé que condujera estando en ese estado, así que nos fuimos en mi auto. Daniel me dio la dirección del lugar, que eran las oficinas cerca de donde trabajaban.
En cuanto bajamos del auto tomó su mano y caminamos. El lugar solo tenía una planta y cuando nos vieron entrar todas las miradas se pasaban por Daniel que tenía los ojos aún hinchados de tanto llorar.
Los conocidos le daban el pésame y el contenía las lágrimas más. Entramos a una oficina y nos atendió un señor de no muy avanzada edad, creo que se veía de la misma edad que el padre de Daniel. Nos saludó con la mano y nos explicó todo el proceso que llevaba, al parecer era el abogado del padre de Daniel, le leyó el testamento que incluía la empresa, la mansión y varias propiedades que tenían fuera de la ciudad. Daniel se mantuvo en silencio la mayor parte que estuvimos dentro de esa oficina. El funeral sería mañana y Daniel tenía que preparar lo necesario, claro con mi ayuda, no podía dejarlo solo en estos momentos. No me gustó verlo de esta manera.
Regresamos al departamento y lo primero que hice fue que entré al baño para recogerme mi cabello, después salí y escuché ruidos en la cocina, me encontré a Daniel en la barra con una botella de wiski en la mano. No soporté verlo de esta manera y me acerqué a él, puse mi mano en la botella que estaba a punto de llevársela de nuevo a su boca, él no me volteó a mirarme y me coloqué frente a él y tomé su rostro entre mis manos haciendo que me mirara.
- Daniel sabes que con esto no arreglarás nada.
- Lo sé.
- Si quieres te dejaré para que te desahogues- iba a comenzar a caminar pero su mano tomó mi muñeca y yo me giré, esta vez él me miraba aun con los ojos lagrimosos.
- Por favor perdóname por mi comportamiento tan inmaduro- me acerco de nuevo y le quito la botella de wiski de las manos.
- No es tu culpa, no tienes que disculparte por esto.
- Sé que tarde o temprano tenía que pasar esto pero no imaginé que justo en este momento.
- Tranquilo- digo mientras lo vuelvo a abrazar. Después de varios minutos Daniel comenzó a tambalearse de su lugar, me separé y lo tomé de los hombros, sus ojos estaban por cerrarse por completo- vamos, tienes que dormir- asiente con la cabeza y lo ayudó a levantarse, él se tambalea un poco pero él se toma del marco de la puerta cuando estamos fuera de su habitación, él no dejaba todo su peso en mí ya que llegamos rápido. Entramos y lo recosté en la cama, camino al otro lado de la cama y lo ayudé a que se moviera de lugar, le quité los zapatos para después salir de su habitación.
- ¿Puedes quedarte conmigo esta noche?- lo miré y caminé hasta la cama, me quité los zapatos y me metí bajo las cobijas. Los dos cruzamos miradas por unos minutos cuando no tardaron en salir más lágrimas, lo atraigo dejando que se uniera en mi pecho por unos minutos hasta que se quedó dormido...
Desperté ya que sentí un ligero movimiento en mi pecho, abrí los ojos y vi que Daniel estaba saliendo de mi agarre, no me había dado cuenta de que lo estaba abrazando.
- Lo siento si te desperté- vi sus ojeras y no dudé en negar con la mirada.
- Descuida- digo soltando el agarre, dejándolo levantar, después yo me pongo de pie y me pongo mis tenis blancos que traía la noche anterior.
- Espero y no te haya puesto incómoda con lo de ayer- dijo mientras se tocaba la nuca.
- No, tranquilo, necesitabas desahogarte Daniel- digo acercándome a él quedando a solo unos centímetros, tuve que elevar un poco la mirada ya que él era más alto que yo- sabes que puedes contar conmigo, así como tú me apoyaste yo te apoyaré- él respondió dándome un abrazo a lo que respondí de inmediato.
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La venganza del alma.
Mystery / Thriller¿Te atreves a leer está historia? No todo es lo que se ve a simple vista... ¿Que pasaría si un día despiertas, todo va tranquilo y al final tienes un accidente, donde mueres y tu alma sale de tu cuerpo dejándolo vacío, pero luego llega un intruso y...