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DANIEL O ́BRIEN.- Parte 2.

- Me quiero quedar- dice y se deja caer en mi brazo. Yo paso una mano por su espalda para abrazarla un poco. Nos quedamos unas horas en esa posición hasta que Anna se recargó en el respaldo del sillón y fue cuando me di cuenta de que había caído dormida, la miré por unos minutos y después con mucho cuidado de no despertarla, me levanté del sillón para recostarla y taparla con una manta. Me gustaba verla dormir, y en como recogía un poco sus piernas para hacerse más pequeña. En el sillón encajaba a la perfección, Anna ni siquiera me llegaba a la altura del hombro, parecía una niña tan inocente que nadie se daría cuenta de que esta chica ya tiene dieciocho años pero aparentaba a una pequeña niña. Eso es lo que más me atraía de ella, lucía tan inocente y con un alma pura que supo cómo defenderse de Daniel Wolf cuando fue poseída por él, ya que ella sabe guardar la calma cuando está en peligro y se preocupa por todos sus amigos a los que ama y quiere demasiado. En lo poco que la tengo conociendo ella ya me robó más el corazón que antes, daría lo que fuera por verla feliz, esa sonrisa que tanto me gusta verle en su rostro, los gritos de emoción cuando se asusta a nuestras bromas y que después ella se desquita alzándose hacia nosotros.

Seguí con el trabajo en el comedor sin hacer mucho ruido, Bonnie vino y levantó sus patitas, sonreí un poco y la tomé en brazos y la puse sobre mis piernas que al poco rato ella también se quedó dormida. Después de terminar el trabajo, dejé a Bonnie devuelta en el suelo, a lo que ella fue al sofá donde estaba Anna dormida y dio un brinco en su cara y comenzó a lamerle la cara "dándole besos" y Anna hizo una mueca y después se despertó. Yo por otra parte solo me reí un poco ya que Anna se asustó cuando vio la cara de Bonnie cerca de su oído.

- Muy gracioso no- dijo tomando a Bonnie en brazos mientras se centraba de nuevo en el sofá.

- Un poco.

- ¿Qué hora es?- dice mientras ve atreves de la ventana, ya que el sol no se veía.

- Las siete de la noche- digo mirando el reloj de mi muñeca, ella pone los ojos como plato.

- Tan rápido se hizo de noche.

- Sí, paso volando el tiempo- me siento a un lado de ella- ¿tienes hambre?

- Si.

- ¿Quieres que ordene comida?- ella asintió con la cabeza, me vuelvo a levantar y me dirigí a la cocina, busqué el número de algún restaurante y marqué el número- en unos minutos traerán la comida- digo saliendo de la cocina.

- Está bien- toma a Bonnie de nuevo y juega con ella en el sofá. Me sumé a ella cuando Bonnie comenzó a correr por todo el departamento y después llegó con Anna a seguir jugando, después de varias risas el teléfono suena avisándome que la orden de comida ya llegó.

Después de haber cenado comida china y unas frituras, nos sentamos en el sofá y pusimos Netflix, Anna se recargó sobre mis piernas y con Bonnie sobre su estómago.

Terminé la película y me fijé que Anna se quedó dormida de nuevo, Bonnie se bajó del sofá y se recostó en el tapete que estaba a los pies de la mesa de centro que había en la sala, dio un par de vueltas en el mismo lugar y después se dejó caer en el mismo lugar. Después comenzó a cerrar sus ojos hasta que sé que se quedó dormida. Yo tomé a Anna en brazos y la dejé en mi habitación, yo entro en la habitación de huéspedes...

Sentí algo húmedo que me recorría de la parte de mi barbilla hasta mis cien, desperté y me encontré con el rostro de Bonnie.

- Ya basta, para, para- digo mientras me la quito de encima y una risa se escucha en el marco de la puerta.

- Esta vez sí es divertido- lo bueno que hoy nos dieron el día libre en la escuela debido a que la iban a hacer una inspección que cada año hacen para saber qué es lo que le falta a la escuela.

La venganza del alma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora