La venganza del alma.

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ANNA.- Parte 2.

- Y bien, ¿cómo se llamará esta pequeña?- dice Daniel mientras se sienta a un lado mío y de la cachorra.

- No lo sé, pero ya se me ocurrirá un nombre.

- Bueno creo que ya llegó la hora de que yo también me vaya.

- De acuerdo... adiós- acompaño a Daniel hasta la puerta- bueno chiquita creo que es hora de irnos a dormir mañana será un largo día para ambas- me dirijo hacia mi habitación, me pongo la pijama y me recuesto en mi cama haciéndole un campo a la cachorra.

Mi teléfono comenzó a vibrar, me quejé un poco al ver la hora seis de la mañana ¿quién se despierta a esta hora estando de vacaciones?

- ¿Si?

- ¿Te desperté?

- Sí, ¿pasa algo?

- Solo quiero decirte que tomes una maleta y empaques para las vacaciones.

- Pero no puedo dejar a...

- No importa tráela contigo, a Rachel le encantara jugar con ella.

- De acuerdo.

- Ya vamos para allá, te esperamos.

- Si aún no estoy lista les dejaré la puerta sin seguro para que entren.

- Ok adiós.

Termino la llamada, dejo la puerta sin seguro y me meto a dar un baño rápido.

- Anna ya llegamos- una voz aguda se me hizo familiar, la pequeña Rachel. Estaba cepillándome el cabello cuando encontró mi habitación.

- Hola pequeña- corre hacia mí y me rodea con sus brazos.

- Hola Anna ¿ya estas lista?

- Ya casi ¿dónde está Daniel?

- Está abajo esperándote.

- Bueno tengo que darme prisa- en ese momento la cachorra comienza a caminar hacia nosotras moviendo su cola de un lado a otro, Rachel se emociona al verla y la toma en sus brazos.

- ¿Ella vendrá?

- Si.

- Qué bueno, voy a estar con Daniel abajo.

- Enseguida los alcanzó- después de empacar varios cambios tomé mi maleta y un bolso.

- ¿Lista?- pregunta Daniel que estaba sentado en el sofá junto con Rachel jugando con la cachorra.

- Si lista- no sabía a dónde nos dirigíamos pero Daniel dijo que no era necesario llevarme mi auto así que no lo discutí y nos fuimos en su auto. Rachel se quedó dormida en los asientos traseros a los pocos minutos y en brazos tenía a mi cachorra que también estaba dormida.

- ¿A dónde vamos Daniel?

- Bueno, es algo que los chicos y yo platicamos cuando estábamos ayudándote a mudarte.

- Vaya sí que se lo tomaron muy en serio.

- Oye, crees que no me voy cuenta que de todos nosotros tu eres la más consentida y no me digas que no Anna- no puedo evitar sonreír a lo que me dijo Daniel, pero si tiene razón en eso.

- Bueno, un poco- él se ríe.

- Bueno será un viaje de tres horas- no dije nada del lugar a donde vamos a ir y comenzamos a platicar de diferentes cosas, primero fueron de los chicos y de cómo nos conocimos, las travesuras que hacíamos, después él me contó que antes de ser el chico tímido él se metía en demasiados problemas con su papá e incluía a su yegua. En la carretera había una señal que decía "bienvenidos a cabo de hornos". Me giré hacia Daniel y pude ver su expresión, tenía una pequeña sonrisa en el rostro y yo después sonreí y seguí mirando por el cristal.