La venganza del alma.

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ANNA. Parte 2.

- Al igual que yo Daniel, desde que comencé a conocerte mejor me llamaste la atención.

- Tú me llamaste la atención desde hace un tiempo Anna.

- ¿Por qué no lo dijiste?

- Porque era tímido, temía que no me aceptaras pero ahora...

- Daniel te aceptó- solté sin más, ya que había estado esperando este momento. Él muestra sus dientes de lo feliz que está.

- Me alegro, no sabes lo feliz que me siento Anna.

- Y yo también me siento feliz Daniel.

Nadamos por unos minutos más y luego decidimos recostarnos en el pastizal, me recosté sobre el pecho de Daniel mientras que él me tomaba por la espalda. Cerré mis ojos por un momento y sentí sus nudillos rozar por mis sienes hasta mis mejillas, yo abro los ojos despacio y lo veo, sus ojos de color café claro y su cabello negro como la oscuridad se toparon en mi camino.

- ¿Te desperté?

- No descuida.

- Tenemos que irnos.

- Tan rápido, no podemos quedarnos unos minutos más.

- Podemos venir mañana si quieres.

- De acuerdo- Daniel me ayudó a ponerme de pie, me tomó de la cintura y comenzamos a caminar. Bonnie aparece corriendo entre el pastizal, Daniel y yo la miramos acercarse a nosotros y el la tomó en brazos.

- Es muy curiosa esta pequeña.

- Igual que yo.

- No negare eso lo sabes verdad.

- Si lo sé- nos dirigimos al auto y me envolví la toalla pasándola por mis hombros ya que seguía un poco mojada, a Daniel no le importó y así entró a su auto y comenzó a conducir. El sol comenzaba a meterse, y eso significaba que todo el día la pasamos en el pozo, pero me la pasé bien ya que el momento valió la pena, Daniel tomó mi mano en todo el momento hasta que bajamos el auto. Me di una ducha y me puse mi pijama, después bajé a la cocina en donde se escuchaban ruidos. Daniel estaba preparando la cena.

- ¿Qué cocinas?- digo mientras me acerco a él y lo abrazo.

- Quería que estuviera listo para cuando salieras pero me ganaste.

- Yo no me di cuenta cuando te metiste a dañar.

- Fue cuando le diste de comer a Bonnie y cuando viste un poco la televisión.

- Cierto- digo rodando los ojos.

- Espérame en el comedor ya casi esta, y esta vez espérame para tomar unos tragos- yo suelto un poco la risa.

- Solo uno ¿sí?- lo piensa por un minuto.

- Solo uno- dice mientras me deja un beso rápido sobre mis labios y después continúa con la cena. Yo pongo la mesa y lo espero. Mi teléfono comienza a sonar y veo la pantalla, contesto cuando veo el nombre de Irina.

- Hola.

- De acuerdo dime en donde te metiste porque fuimos a buscarte a tu casa y no estabas.

- Lo siento es que tuve que salir.

- ¿Estás con Daniel? Verdad- lo dudé un poco en decirle que sí pero me gano- ya nos dijo tu papá que salieron los dos, ¿cuándo pensabas decirme?

- Fue improvisado, y regresaremos hasta el lunes ya que decidimos pasar el fin de semana en una casa que tiene cerca de la mansión.

- ¿Ya se acostaron?