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DANIEL O ́BRIEN.- Parte 2.

- No te muevas de ahí ya voy a para allá- termino la llamada y salgo de la cama.

- ¿Quién era?

- Era Rachel, dijo que sus padres aún no han regresado a casa y está asustada.

- Iré contigo- tomamos las primeras prendas que vimos y salimos hacia el edificio donde vivía antes. Cuando llegamos ya sabíamos dónde quedaba ese departamento ya que a Anna le conté de las personas que habitan el mismo piso en donde antes vivía. Tocamos el timbre y abrió la señora Martínez, no más de cuarenta años, no ha tenido hijos en su vida.

- Daniel gusto en verte de nuevo- me regala una sonrisa mientras nos invita a pasar.

- ¿Dónde está?

- Se quedó dormida en el sofá- nos señala el sofá con la mirada y camino hasta estar frente a Rachel que está abrazándose a sí misma, una manta la cubre solo de la cintura para abajo.

- ¿Hace cuánto está aquí?- digo mientras la tomo en brazos.

- Hace como dos horas, fui a su departamento para pedirles que si me podían entregar un paquete del trabajo y fue cuando Rachel me dijo que sus padres no regresaban, esperé por unos minutos, los llamé pero no contestaban el celular así que la dejé que te llamara.

- En serio te lo agradezco, yo me haré cargo de ella- comienzo a caminar hacia la salida para después ir a mi antiguo apartamento, tomo la manija y la giro, por suerte no tenía llave así que podía tomar unas cosas de Rachel en lo que parecían sus padres.

- Yo voy por sus cosas- Anna se adelanta, entra al segundo cuarto donde supongo que es donde es el de Rachel, la espero con Rachel en brazos. Anna sale a los minutos con una mochila llena de cosas, salimos y nos fuimos hacia casa de nuevo, cuando entramos Rachel despierta quejándose un poco.

- ¿Tío?- frunce el ceño.

- Estamos en mi casa- dice Anna poniéndose a mi lado.

- ¿Y mis papás?

- No han dicho nada por el momento te quedarás aquí con nosotros- ella aún sigue con sueño así que no digo nada más y la llevo a la habitación que está al lado de la nuestra, cuando lo dejo está de nuevo profundamente dormida, Anna le quita los zapatos y la tapa con las cobijas, yo tomo mi teléfono y llamo a sus padres pero no obtengo respuestas ya que me manda al buzón directo. Salimos y sigo insistiendo, nos dirigimos hacia la sala.

- No han respondido- niego con la cabeza.

- Me preocupa que algo malo les haya pasado- digo mientras entrelazo mis dedos ya que está comenzando a desesperarme, Anna me toma de la mano y logra relajarme un poco con su toque.

- Tenemos que estar atentos por si llaman, que espero y sean sus padres.

- Habrá que esperar- nos fuimos a dormir con la esperanza de que en la mañana aparezcan sus padres. Despierto porque mi teléfono está vibrando, lo tomo y veo el nombre de la madre de Rachel así que contesto enseguida.

- Hola

- Es el señor Daniel- la voz no era de ella sino de un hombre grave.

- ¿Quién habla?

- Soy el médico forense que...

- ¡¿Qué?! ¿Cómo que médico forense?- mi grito provocó que Anna se despertara y frunciera el ceño. No podía creer lo que estaba escuchando de este hombre.

- Lo siento, pero como eres uno de los parientes más cercanos a ellos decidimos decirte esto, sé que ellos tienen una hija ¿cierto?

- Si es mi sobrina.

La venganza del alma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora