La venganza del alma.

12

ANNA- Parte 1.

Como estúpida comí lo que Daniel me dio, era un jugo de naranja con un emparedado. Me dijo que no se iba a mover hasta que terminara la comida y ya sea por las buenas o por las malas. Después de haber bebido el jugo, la habitación comenzó a dar vueltas haciendo que terminara de nuevo en la cama recostada...

Mi pie se sentía más liviano y estaba tapada con una manta, la cama no se siente igual como antes, comencé a moverme poco a poco y me quejé un poco ya que me dolía el tobillo y el estómago. Abrí los ojos pero tardaron unos segundos en acostumbrarse debido al sol que entraba por la gran ventana. Miré a mi alrededor. ¿Cómo terminé en el departamento de Daniel?

- Daniel- lo llamo pero no tengo respuestas- Daniel- aparece debajo del marco de la puerta cuando estaba por ponerme de pie.

- Anna despertaste ¿cómo te sientes?- dice y se sienta a un lado mío de la cama.

- ¿Cómo es que...?

- Rastreamos tu teléfono así fue como te encontramos- no lo miro a los ojos ya que recordé lo que me dijo el supuesto Daniel Wolf, y al parecer él lo nota y lo miro de reojo, él se encoje de hombros y apoya las palmas de las manos en sus rodillas esperando mi respuesta, pero al ver que nada sale de mi boca él rompe el silencio- lo siento Anna.

- ¿Es verdad?

- Sí, en serio lo siento.

- ¿Por qué Daniel? Digo,- doy un suspiro- no sé si creerte o creerle al otro Daniel... y lo de mi papá- no puedo evitar que mis ojos se cristalicen por mis lágrimas ¿quién es mi verdadero padre? Imagino que ni siquiera mi verdadera madre lo sabe ya que ella al parecer era una zorra. Limpio mis lágrimas pero no puedo pararlas- mi papá te dijo la verdad- no dice nada y dirijo mi vista a él, y al ver que él no me mira tomo su cara en mi mano tomando su mentón y poner su vista con la mía- dime la verdad Daniel- toma mi mano quitándola de su mentón para dejarla sobre la superficie suave.

- Sí, me dijo la verdad, pero eso no corresponde a mi decirte es mejor...

- No, no voy a escuchar a alguien que no es mi padre- digo poniéndome de pie, pero mis piernas se tambalearon al dar el primer paso y una de las manos de Daniel me sostiene por la cintura y la otra por mis hombros.

- Has dormido mucho, y no sé cuánto tedio de tranquilizante Daniel- dice mientras me pone de regreso a la cama.

- Igual no lo voy a escuchar.

- Anna- suspira- aunque él no sea tu verdadero padre él se hizo cargo de ti, te dio su apellido, te dio todo lo que necesitabas, nunca te faltó nada ni siquiera el amor de padre- dice con la mirada puesta en mí y yo en él.

- Por lo menos me lo hubiera dicho desde un principio y ahorrarse el arrepentimiento.

- Él no se arrepiente de haberte dado su apellido, te crió porque siendo tu una bebé le robaste su cariño, su corazón, él me dijo que tú eras quien daba felicidad por toda la casa, tu abuela sabiendo que no eres su nieta de sangre, ella también te aceptó y con los días ella se encariño contigo, no les arruines su felicidad, sé que veras las cosas de otra manera pero ellos siguen siendo tu familia y yo sigo siendo tu amigo.

- No sé si podre llevarlo a la ligera.

- Te daremos tiempo, todo el que necesites.

- Lo intentaré, pero no será lo mismo.

- Si lo sé, pero sabes que tienes mi apoyo y tienes el de los chicos no lo olvides.

- De acuerdo, gracias Daniel, pero ¿qué pasó con el otro Daniel?