Prólogo

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Tsuno, el nombre del ser que todo me lo arrebató.

A mi madre, a mi hermana, mi antigua vida, todo. Incluso perdí mi condición de humana por culpa suya. Sin embargo, me alegro tanto de no haberme derrumbado, de haber continuado en un mundo que, aunque al principio parecía ideal, pronto me demostró lo horrible que podía llegar a ser.

Mi hermana seguía viva en algún lugar de este mundo, y Tsuno iba a decirme donde se hallaba, aún si tenía que hacerle sentir todo el dolor del mundo para ello.

—Korelia...

Aquél que me hablaba por aquél nombre, lo único que realmente era mío, era un joven con el cual nunca me había llevado muy bien. Sin embargo, era el único que realmente había tratado de cuidarme durante todos estos años.

—La Paz de Stella estará aquí pronto —me informó, refiriéndose a nuestros aliados—, debemos esperar su llegada, y colaborar con ellos, ¿de acuerdo?

No respondí enseguida.

Junto al grupo que había estado formándose a mi alrededor durante todos estos años, miramos en silencio hacia un gran castillo donde una gran fiesta estaba por dar comienzo. Fiesta que estábamos por arruinar.

—No me importa si los de Stella quieren tomar la vida de la gran Reina —señalé muy segura de mí misma—, yo solo vengo por Tsuno.

Aquél castillo era habitado por la gran Reina Oscura que, según se presumía, tenía al mundo sumido en el caos y obscuridad total. Si eso era verdad o no, no me incumbía en lo absoluto.

Yo solo estaba allí por uno de sus allegados, por una oportunidad de volver a ver a mi hermana al menos una vez más.

Había pasado por tantas cosas, pero finalmente estaba aquí. La batalla entre el ejército de la gran reina y un grupo de simples cazadores estaba por dar comienzo.

Blumengarten: Sobreviviendo en este mundo como una chica murciélagoWhere stories live. Discover now