Parte 3
Aquél cazador, Gupta, trataba de reincorporarse. Las constantes patadas que recibía evitaban que lograra su cometido. Solo un momento, un pequeño instante en que la preocupación lo había hecho olvidarse de su entorno y había sido atacado cobardemente por la espalda.
Tosió un poco de sangre.
Tenía por objetivo llegar a la posada donde se hospedaba aquella Akubat. Era vital evacuarla de la villa cuanto antes, nadie lo entendería, pero ella era la máxima prioridad a proteger.
¿En qué maldito momento aquél borracho lo había sorprendido?
—H-Hayashi... —balbuceó, colérico—. Juro que voy a...
Otra patada en la boca.
Probó el sabor de su sangre.
Estiró su mano con intención de tomar su arpa, la cual se hallaba a poca distancia, reposando en la nieve, pero fue pisado. Aquél hombre dio un trago más a su cerveza antes de mirar triunfante al hombre.
—Se acabó todo, Gupta —dijo Hayashi, escupiéndole en la cara—. Te apuesto que esto no lo viste venir.
—Hayashi... ¿¡Por qué tú!?
—Simplemente ya tengo planes —repuso—. Esperé mucho tiempo para esto, siempre supe que terminaría así, conmigo sobre ti como debe de ser. Descuida, yo cuidaré bien de esa niña, ja, ja, ja.
Intentó levantarse, pero Hayashi comenzó a pisotearlo, en un arrebato de alegría. Escuchaba los gritos a su alrededor: la invasión se había extendido, la línea de defensa en la entrada parecía haber caído. No tenía mucho tiempo. De repente el peso sobre él aligeró un poco, mientras escuchaba al siempre borracho exclamar:
—¡No puede ser! Sí que son rápidos los kobolds para trabajar, ¿eh?
No dudo en aprovechar el momento.
Giró con rudeza por la nieve, derribando a Hayashi, tomó el arpa y se giró, listo para contraatacar. Una enorme botella de vidrio, llena a la mitad con licor, impactó con su cara justo en el momento en que entonó su nota más agresiva. Durante unos momentos todo fue oscuridad para ambos contendientes...
***
—¿Qué fue eso?
—¿En serio te preguntas eso, Korelia? ¡Hay toda una batalla allí fuera!
Ciertamente, como Chika decía, hacía media hora que no paraba de escuchar gritos, llantos, y el crepitar de madera siendo consumida por el fuego. Demonios... ¡Quería saber que ocurría!
Sin embargo, había sido capaz de detectar cierto sonido bastante cercano, algo diferente, algo raro. Era como si alguien entonara un instrumento de cuerdas y luego un choque de vidrio, pero hasta allí.
Tras eso, todo seguía siendo devastación.
—¿De verdad estamos a salvo aquí? —pregunté.
—¡No podemos movernos! —dijo Chika, viendo a través de mis intenciones—. No hasta que todo haya pasado.
Era difícil mantener la calma, mejor dicho, era imposible. ¿Cómo puedes estar calmada cuando sabes que allí fuera la gente está siendo asesinada? Hacía una media hora que Chika y yo nos preguntábamos porque sonaba como una batalla, ¿no se suponía que solo era un kobold? ¿O es que Ave Humana y la sombra cornuda se habían unido al ataque? ¿Cuántos cazadores habían caído?
Tantas preguntas sin respuesta...
¡No le deseo a nadie vivir una desesperación como esta!
—Korelia... ¿Escuchaste eso?
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Blumengarten: Sobreviviendo en este mundo como una chica murciélago
FantasyTras el asesinato de su familia a manos de un incomprensible ser, Korelia es arrojada a un mundo fantasioso, donde adopta la forma de una las criaturas más aborrecibles del lugar: una semi-murciélago. No por su apariencia, sino por la mala fama de l...