xxiv.

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Al día siguiente, Uraraka tuvo qué contarle a Tsuyu los sucios secretos de que Katsuki era su vecino. Se lo había mencionado de pasada, por lo que nunca profundizaron sobre ello. Fue en secreto de confesión o algo así, porque remarcó que el Señor Explosiones no quería que las personas se enteraran.

-Probablemente es por la prensa. Dicen que llevaban meses siguiéndolo hasta que obtuvieron lo de Rie Harin -la iluminó Tsuyu-. HEAVEN Tower es un edificio privado de alto prestigio, pero eso no significa que los reporteros no puedan acampar afuera de sus puertas.

Obviamente, y porque todavía creía que sería perturbador, no le dijo la parte donde ambos se duchaban al mismo tiempo, aunque creyó que eventualmente iba a contárselo. En un día que estuviera distraída y ocupada, por ejemplo, para que no tuviera tiempo de mirarla con ojos acusadores. La idea de bañarse a la misma hora que su vecino y cantar juntos las canciones del otro cual karaoke era bonita, encantadora quizá para una comedia romántica, pero en el mundo real... Podría no haber sido Bakugou. Podría haber sido un pervertido, fetichista de las duchas.

Debido a que omitió información, cuando Tsuyu supo que su excompañero sabía antes de Uraraka que vivían en el mismo edificio y la había ignorado, Bakugou quedó como un cretino por más que trató de defenderlo.

-De veras que no es así. Lo hizo para sentirnos cómodos los dos.

-Creo -siguió juzgando Tsuyu con ese tono de "amiga, date cuenta"- que saludar a tu vecina que fue tu compañera durante toda tu formación de héroe es un acto de cortesía que cualquiera hubiera hecho, Ocha. Sin mencionar que Kirishima lo invitó a tu fiesta de inauguración del departamento.

La chica rana le dio unas palmaditas en el hombro y volvió a su escritorio.


Canciones para Cantar en la DuchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora