Le estaba mostrando viejas fotos de las últimas vacaciones con sus padres cuando una enfermera entró a la habitación. Afuera ya estaba oscuro y el tiempo había pasado rápidamente, entre los regaños de ella, las explicaciones de él y la resignación final de los dos, la tarde se había esfumado.
En su blanco y pulcro uniforme, la mujer que estaba cerca de sus cuarenta, le pidió a Ochako que se retirara en un tono severo, similar al de un regaño.
-La hora de visitas está a punto de terminar -expuso con voz grave-. Y el paciente debe descansar.
Había sido una clara alusión a la postura de Bakugou, quien estaba todavía sentado. Ochako se había subido a la pequeña cama para estar a su lado en una posición similar, con una comodidad que deberían tener en una casa, no en el nosocomio.
Algo avergonzada, Uraraka se desencaramó de la cama y regresó a la silla de manera torpe.
-Tienen cinco minutos -fue la declaración final de la mujer antes de marcharse. La advertencia había sonado similar a la amenaza de echarla por la fuerza si era necesario.
Ochako miró a sus manos como una niña atrapada en una travesura, sin regresarle la mirada a Katsuki, cuando un pensamiento repentino cruzó por su mente.
-Si las visitas terminan a las 8, ¿cómo hiciste para quedarte en el hospital conmigo el pasado diciembre?
Katsuki sonrió de medio lado, no apartó los ojos rojizos de los castaños de ella. Alargó su mano hasta acunar su rostro con ella y en un breve, eterno segundo, acarició su mejilla con el pulgar.
-Tengo mis maneras, Cara de Ángel.
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Canciones para Cantar en la Ducha
FanfictionSi Tsuyu le preguntara, Uraraka podría o no podría contestar que canta duetos de canciones de Bruno Mars todas las noches a las ocho, cuando ella y su vecino misterioso se duchan al mismo tiempo. [Kacchako] [Menor Tododeku]