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Uraraka esperó media hora antes de entrar a bañarse. Preparó la tina de baño con agua caliente para relajarse luego del largo viaje, se reservó las esencias de baño y el vino para otra ocasión. Cuando metió un pie dentro de la tina, escuchó el sonido amortiguado de una puerta cerrarse. Katsuki había llegado.

Ya había pasado bastante tiempo desde la última vez que se habían encontrado en la ducha y habían cambiado la dinámica por compartir la comida durante las tardes, una rutina que Uraraka apreciaba, pero no estaba la libertad de cantar a todo pulmón cuando tenía la boca llena de arroz y discutían sobre los puestos en los top 10 de Watchmojo.

-¡Bakugou! -lo llamó quizás demasiado emocionada. ¿Era preciso decir que lo había extrañado? Extrañaba las duchas, eso por seguro. Por eso estaba allí en ese momento-. ¿Cómo has estado? ¿Cómo pasaste tu Navidad?

-Todavía es Navidad.

Tan simpático como siempre.

-¿Y cómo la has pasado?

-Dormí todo el día.

-Suena como que elegiste el mejor plan de todos.

Alcanzó a escuchar cómo Katsuki chasqueó la lengua.

-¿Y?

Uraraka no entendió, así que repitió-. ¿Y?

-Tu Navidad.

-Ah, la pasé con mis padres. Fuimos a patinar un rato. Y compré muchos dulces. Fue un buen día.

-Ya.

-Traje algo para ti -confesó con timidez Uravity-. Son dulces. Pensé que te gustarían.

-Seguro.

Uraraka mordió su labio inferior. ¿Por qué las respuestas tan cortas y tan tensas? ¿Lo estaba molestando acaso?

-¿Estás enojado?

Bakugou se tomó su tiempo para responder. El sonido del agua cayendo llegó hasta los oídos de Uraraka.

-Estoy teniendo una mala semana. Entrevistas, anuncios, fotos, eventos... Ni siquiera podré poner un pie en la maldita agencia por estar saliendo en la televisión. No sé por qué acepté todo esto.

-Pero no es la primera vez que lo haces, ¿no? No suelo ver mucha televisión, pero recuerdo ver tu cara de vez en cuando al cambiar los canales.

-No, no es la primera vez.

Uraraka jugó con el agua de la bañera. No sabía qué decir y tampoco quería sonar trillada y decir "ya va a pasar". No podía ver a Katsuki y seguro él siempre tenía el ceño fruncido, pero le escuchaba estresado. Más de lo normal-. ¿Un trago de vodka quizás ayude? -fue su brillante sugerencia e inmediatamente se sintió estúpida por ello.

-Tendría que beberme la botella completa -respondió Katsuki con un deje de humor seco en su voz.

-Mírale el lado bueno: puedes retar a Todoroki y a Deku en uno de esos eventos si te los encuentras. Deku me dijo que querías una revancha.

-No perdí -se apresuró a corregirla. Hablaban de una anécdota que Deku le había contado hacía unas cuantas semanas. Habían tenido una sesión de entrenamiento conjunto con su agencia y Katsuki se apresuró a retar a Izuku. Era una simple sesión de sparring porque el campamento estaba más centrado en técnicas psicológicas para hacer sentir a personas en situaciones de riesgo seguros y tranquilos. Entre una cosa y otra Katsuki perdió y, aunque ya no era el mismo chiquillo que intimidaba a Midoriya en la secundaria y menospreciaba todos sus esfuerzos por convertirse en héroe durante sus días en la UA, todavía estaba presente la rivalidad y el hecho de que Katsuki quería ser el indiscutible héroe número uno, no estar rotando la posición con Deku y Todoroki cada tanto-. Nos interrumpieron. Y me distraje.

"Igual es una derrota" iba a decir ella, pero se mordió la lengua. En su lugar dijo-: Bueno, ¿y estás listo para ganar ese concurso mañana?

-Joder, sí.

-Entonces vamos a ensayar.

Canciones para Cantar en la DuchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora