Canciones para Cantar en la Ducha

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Para cuando Ariana iba a salir al escenario y los teloneros se habían marchado, Ochako estaba casi sin voz de tanto gritar. Su mano todavía enlazada con la de Bakugou. Él comenzaba a dejar su cara compungida y a relajarse entre la gente. Los lugares VIP eran de pie en una sección separada y, gracias a que Bakugou tenía el don particular de intimidar a las personas solo con su mirada, lograron colarse hasta adelante, en las barras de contención.

-¿Eres Uravity? -le preguntó una chica primera vez en la noche, lucía joven, como de preparatoria-. ¡No sabía que eras también Arianator!

Ella contestó que sí, que más o menos lo era. La chica la abrazó casi por inercia, pero se detuvo al ver que Ochako estaba medio imposibilitada de hacerlo. Su mano derecha seguía ocupada y sin intención de ser liberada.

-¿Vienes con tu novio? ¡Qué envidia! ¡Al mío no le gusta Ariana! ¡Tuve que venir sola! -dijo la chica sin reconocer al héroe Ground Zero. Una bendición, quizá, aunque era difícil creer que nadie allí había notado su presencia.

-Al mío tampoco, pero él fue quien me trajo -dijo sin pensarlo mucho.

-¡Debe quererte un montón!

Si Bakugou escuchó su intercambio de palabras no hizo alusión a ello.