Ochako estaba felizmente viendo un top de series de Netflix en YouTube cuando sonó el timbre. Eran casi las seis de la tarde y ella se había cambiado a su pijama negra y blanca, de perro dálmata, desde que había llegado del trabajo. Un abrigo largo encima. Cuando se asomó por la mirilla se sorprendió menos que el día anterior al ver a Bakugou en su puerta. Lo vio irritado tocar el timbre una vez más antes de abrirle.
-Hola -dijo ella.
-¿Ya comiste? -fue el saludo de él.
Sí que había comido, hacía cuatro horas en la agencia.
-No.
Bakugou mismo se hizo camino por su casa hasta la cocina. Sacó de su bolsa ecológica un montón de tópers con comida y guarniciones. Ella se recargó en la barra mirándolo fijo con el ceño ligeramente fruncido, esperando una explicación.
-¿Dónde tienes los sartenes?
Uraraka señaló un cajón en la parte de abajo y Katsuki sacó una sartén y una pequeña cacerola.
Cuándo llegó a la conclusión de que no recibiría una explicación voluntaria, optó por preguntar-: ¿Qué estás haciendo?
-Calentando la comida, obviamente.
-Ya. Pero es que esta es mi casa.
Bakugou dejó quietas las sartenes y se cruzó de brazos. La miró con los mismos ojos de reproche que su madre usaba cuando la reprendía por flotar los muebles de la casa cuando era niña.
-Dime ¿qué has comido hoy?
Muchas cosas saludables, quiso decir. Asumió que de eso se trataba todo esto. Pero fue honesta.
-Alitas de pollo. Pero no de las picantes.
-¿Lo ves?
En su defensa, las alitas estaban deliciosas.
-Y un montón de lechuga.
El argumento de la lechuga fue tan desestimado por su vecino que lo ignoró directamente. Encendió la estufa y se puso manos a la obra. Era un caso perdido, notó. A pesar de que esa era su casa y Bakugou lo que estaba cometiendo era más o menos un allanamiento no encontró razones verdaderas para echarlo.
-Mmm... ¿Quieres ayuda?
-Olvídalo. Sigue viendo videos en YouTube.
A lo mejor se estaba burlando de su preferencia de contenidos, pero Ochako igual le hizo caso, concentrándose poco y nada en el top de muertes más impactantes en series de TV.
Ground Zero apareció poco después con dos platos de sopa de setas en sus manos. Le pasó uno a Ochako y regresó a la cocina por algunas guarniciones y agua.
Uraraka se metió una cucharada de sopa a la boca en medio del incómodo silencio. Una tras otra sin medir la velocidad y con los ojos fijos en la televisión.
-Despacio. Vas a terminar enferma otra vez.
Se sintió de siete al notar lo mucho que Bakugou la había estado regañando las últimas 24 horas.
-Y... ummm... bueno, ¿tú lo cocinaste? -señaló en plato con la cuchara.
-¿Crees que cociné para ti? -si lo ponía en ese tono, con esas palabras y con ese ceño fruncido...
-¿No?
-No -confirmó. Luego, Katsuki se relajó-. Cerca de la agencia vive una señora. La salvé por accidente cuando la asaltaban. Tiene un negocio pequeño de comida y desde entonces se encarga de empacarme las comidas todos los días.
-Pero le pagas.
-Por supuesto que le pago, ¿por qué la pregunta estúpida?
Ella se encogió de hombros. Algunas personas podían querer darte el mundo y más cuando los rescatabas de una mala situación. Eso no significaba que estuviera bien aprovecharse.
-Lo siento. Es que veo que muchos sí lo hacen y... uhmmm... nada. Eso nada más.
El video cambió a los mensajes más escalofriantes enviados antes de morir y no siguieron hablando mucho.
Entonces Katsuki dijo-. Le pedí que empacara extra para ti.
Inesperado.
-Gracias.
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Canciones para Cantar en la Ducha
Fiksi PenggemarSi Tsuyu le preguntara, Uraraka podría o no podría contestar que canta duetos de canciones de Bruno Mars todas las noches a las ocho, cuando ella y su vecino misterioso se duchan al mismo tiempo. [Kacchako] [Menor Tododeku]