El karaoke estaba a una cómoda distancia de 650 metros desde el restaurante. Cuando Katsuki aparcó su Lexus, Uraraka reconoció los autos de todos sus compañeros de trabajo en el estacionamiento. Bajaron del auto en cómodo silencio, con las manos repletas del pollo frito que Tsuyu se había encargado de pedirles que trajeran por medio de una llamada telefónica.
-Es más barato comprarlo afuera -había dicho Jenna, la secretaria de la agencia cuando le arrebató el teléfono a Tsuyu-. Y Chicken Hero no hace envíos a domicilio después de las ocho.
Así fue como habían demorado un poco más que los demás en hacer el viaje escuchando al locutor de la radio local hablar con los radioescuchas para que le contaran sus problemas. Incluso Todoroki había llegado antes que ellos. Uravity reconoció el Mercedes plateado bajo la luz de la farola.
De repente se sintió culpable. ¿Qué estaría haciendo Deku ahora mismo? Esperaba que no estuviera solo en casa. Eso haría sentir mal a Todoroki y un Todoroki triste era un Todoroki malhumorado. Por otra parte, Katsuki también pareció reconocer el coche y dejó escapar de su garganta algo a medio camino entre un gruñido frustrado y un jadeo resignado.
-¿Mitad y Mitad va a estar aquí también? -la pregunta, por supuesto, era retórica. Él sabía que era afirmativo.
-Sí -respondió tímidamente ella. ¿Debería haberle avisado de antemano? La relación entre ellos era cordial, no creyó que necesitará una notificación de antemano-. Tsuyu lo invitó.
-Asumo que Deku también estará adentro. Esos dos son como un paquete.
-En realidad no -porque nadie invitó a Deku, pensó, culpable de nuevo. No lo dijo, pero por el cambio de mirada interrogativa a una de ligero estupor que lo dio Katsuki, parecía que él mismo lo había deducido.
-Como sea, entremos.
Cuando encontraron la sala, pasaron desapercibidos por el nutrido grupo de personas que abarrotaban la habitación y mantenían los ojos pegados a la pantalla para leer la letra, observar al cantante de turno o enfrascarse en una conversación con la persona a su lado. Los ojos de Uraraka buscaron rápidamente a Todoroki, quien se encontraba charlando con Mito, una compañera de Uraraka, justo al lado de Tsuyu. No parecía estar ceñudo o melancólico, por lo que la heroína se relajó. Quizá podría pasar una velada sin recriminaciones por parte de su amigo.
-Ven, vamos a saludar -habló tan fuerte como pudo para que Katsuki la escuchara por encima de la canción de AKB48 que su jefe cantaba a todo pulmón. Interesante fue que ver cómo Ground Zero aceptaba su orden sin rechistar.
Tsuyu los encontró a medio camino y saludó a Bakugou con educación y mediano entusiasmo. Él no se veía en particular emocionado por reencontrarse con su excompañera de la academia, pero Uraraka agradeció que al menos reconociera adecuadamente a su mejor amiga e incluso le preguntara cómo había estado. Algo sin precedentes. Cuando se habían encontrado en Sendai había hecho menos que eso.
-Me alegra que pudieras venir. Ocha parecía ansiosa durante la cena pensando no lo lograrías.
Katsuki arqueó una cena y Uravity abrió la boca para decir algo -nada-. ¿Estuvo preocupada? Ciertamente había mirado su teléfono constantemente en espera de un mensaje de su vecino, pero ¿había sido eso por preocupación? Ni siquiera ella misma se había dado cuenta. Pero si el alivio que sintió al ver su coche significaba algo, entonces Tsuyu estaba en lo cierto.
-Si dije que iba a venir entonces vendría -recalcó. No fue dificultoso notar que la respuesta de Katsuki pareció más dirigida a Uraraka que a Froppy. Su amiga asintió suavemente y no apartó la vista de Bakugou durante un largo momento, como si lo estuviera viendo por vez primera. No, mejor que eso, como si lo viera bajo una nueva luz. Una favorable, para variar.
-Espero que te diviertas, Bakugou. Me da gusto verte.
Pareció sincero.
Todoroki aprovechó el momento para aparecer detrás de Tsuyu e integrarse a la conversación. Shoto era un hombre bien educado, sus modales le obligaban a actuar de acuerdo a la etiqueta en la mayoría de las ocasiones y este reencuentro era uno de esos. Debía dar los saludos pertinentes.
-Bakugou -dijo con un asentimiento. También era un hombre de pocas palabras-. Mucho tiempo sin verte. No sabía que tú estarías aquí -No había sido un comentario malicioso. No para Bakugou al menos, la acidez estaba dirigida a Uraraka. Estrecharon sus manos y luego prosiguió con sus saludos-. Hola, Uraraka. Gracias por la invitación.
Ah, ahí estaba. Todoroki sí estaba malhumorado. Pero, ¡hey!, no era su culpa que él y Deku vivieran eternamente en una relación platónica y utilizaran las fiestas de su agencia como excusa para tener citas. El año pasado había sido así. Uraraka se había encargado de invitar a Shoto y Tsuyu a Deku. El par de héroes habían llegado juntos y se habían mantenido toda la velada pegados el uno al otro, apenas y reconociendo al resto de la gente a su alrededor para un intercambio breve de palabras. Incluso Uraraka y Tsuyu, quienes supuestamente eran sus acompañantes oficiales, fueron dejadas de lado. Lo mejor de aquella noche había sido que Midoriya había logrado convencer a Todoroki que cantara una canción y Uraraka lo había grabado todo en un video que después le intercambió a Deku por un par de favores, puesto que su amigo había estado tan embelesado de escuchar cantar a Shoto una canción de One Ok Rock que no había tomado un video por sí mismo.
-Ay, de nada. Me alegro que vinieras, Todoroki. Espero que te animes a cantar aunque Deku no esté aquí -dijo con intención. Tsuyu ahogó una risita, Bakugou sonrió de medio lado. A Shoto pareció caerle menos en gracia la mención de Izuku.
-Espero que este año tú alcances las notas de las canciones que quieres cantar -retó.
-Pero si el año pasado estabas tan distraído que no siquiera supiste si las alcancé.
Cuando se acabaron los comentarios pasivo-agresivos entre ella y Todoroki, Uraraka le sugirió a Katsuki que saludaran a su jefe-. Es un gran fan tuyo -él puso los ojos en blanco.
-Ya -respondió.
La habitación, entonces, pareció prestarles atención por primera vez. Una cadena de jadeos colectivos se escuchó, solo superados por los beats de la canción de LiSA en las bocinas. Era una reacción que esperaba. Cuando Todoroki y Deku habían aparecido juntos en la fiesta del año pasado sus compañeros habían enloquecido y habían molestado a Uraraka y Tsuyu durante semanas por no haberles comentado antes que eran amigas de dos de los héroes más importantes de Japón. Era de esperar que Ground Zero recibiera una respuesta similar.
-¿Estás de humor para una pequeña sesión de autógrafos?
Bakugou rodó los ojos.
-¿Y qué si digo que no?
Ella se encogió de hombros.
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Canciones para Cantar en la Ducha
FanfictionSi Tsuyu le preguntara, Uraraka podría o no podría contestar que canta duetos de canciones de Bruno Mars todas las noches a las ocho, cuando ella y su vecino misterioso se duchan al mismo tiempo. [Kacchako] [Menor Tododeku]