Another Cliched Story?

3

¡¿Nos toca la misma aula?!
¡Cuanta casualidad!

¿Ahora con qué le saldría?

—Tienes que ir a su salón y averiguar qué están estudiando.

—¿Teeeengo que ir?

— La idea es coincidir en la misma aula y, entonces, nos pondrán en un proyecto juntos. Ahí nuestra relación avanzará y sabremos que a ambos nos gusta la compañía del otro.

—¿Mh? ¿En ese tipo de cliché, no ponen juntos a los que se llevan mal? ¿No sería él el chico que te trata para la mierda, y aún así, contra todo pronóstico, lógica y salud mental, tú terminas enamorandote de él, porque la trama lo require?

—¡No! ¡Mi cliché no será de amor tóxico! Anda, ve.

—Tenemos que entrar a clases.

—¡Yo te cubro! Tu ve y averigua eso por mi.

—¡Claro que no!

—¡Yoongi! ¡Eres el amigo que siempre ayuda en todo!

— No salí de un manga, Taehyung, vamos a clases.

—¡Por favor! ¡Por favor, por favor! —lloriqueó en falso.

El pelinegro suspiró y accedió —Pero me deberás una.

—¡Sí! — aplaudió, mientras daba saltitos de alegría. —¡Min Yoongi, eres el ser más puro, hermoso y divino del mundo!

—Ya, ya... — restó importancia y se encaminó al salón donde aquellos dos habían entrado, mientras Taehyung entraba al suyo.

—🐱—

Min llegó a la puerta del aula y se asomó para ver dónde se ubicaba ese par. Por suerte, se sentaban en frente y, ni lento ni perezoso, entró al salón, yendo directamente hacia ellos.

—Hola, tengo que preguntarles algo. —el par dejó su charla para mirar al extraño.

—Adelante. —animó Jungkook.

—¿Qué están estudiando?

— ¡Él estudia diseño gráfico y yo Artística! —contestó el koala rosado, antes de que el otro hablara.

—Mmm, ya veo... — pensó un poco. Él y Taehyung estudiaban teatro. No coincidiría en las mismas clases junto a Jungkook. —¿Y asisten a talleres o tienen pensado asistir a uno?

—¡Sí! —volvió a hablar el pelirosa —¡Iré al taller de danza! Dicen que es muy lindo ahí.

—Jimin —dijo en reprimenda por contar todo a la ligera —¿Por qué tan interesado?

—Es curiosidad cliché.

—¿Ah?

—Nada, nada. Sólo contesta.

Aunque el interrogatorio se le hizo raro en todos los aspectos inimaginables, Jungkook contestó — iré al taller de pintura y también al de informática.

—Ya... —volvió a pensar. Taehyung era un completo Neanderthal si le hablabas de tecnología, pero sin dudas era un excelente dibujante, pintor, o lo que sea que hagan ahí. —Bien, eso bastará.

—¿Bastará para qué? —volvió a preguntar. ¿Qué lograba averiguando eso?

—Shhh, no importa, esto es divertido — sonrió su amigo.

—¿Divertido en qué sentido? Nos está vigilando.

— ¿No te gustaría tener un acosador?

—Hey, sigo aquí y no lo estoy acosando. No estoy averiguando esto para mi. —Min se cruzó de brazos. —Es todo, gracias. —se giró para irse.

—¡Soy Park Jimin, por cierto!

—¡Jimin!

—¡Y él es Jeon Jungkook! —el pelinegro tapó su boca para que no soltara más información.

Yoongi negó con la cabeza.
Era obvio que aquel chico tenía entre manos a su propio Kim Taehyung.