Another Cliched Story?

15 (Parte 2)

La parte triste de toda historia.

Ese círculo melancólico en el que te encuentras solo y del que crees que no tienes salida.
Sin embargo, la hay. Sin embargo, no estás solo.

—Yoongi debe pensar que soy un idiota...y tiene razón... — luego de un casi silencio, donde sólo se oía su llanto, Taehyung habló.

—No... —Jimin acarició su espalda — No, no eres un tonto y él no piensa eso. Sólo está preocupado, y tú.. Tú sólo estabas cegado. El amor suele hacer eso, ¿sabes?

—Soy un idiota —comenzaba a llorar de nuevo — Soy un idiota por volver a confiar, y ahora no sólo salí dañado yo... —se aferró a la ropa del pelirosa. —Sabía que esto pasaría, lo sabía, lo sabía... Dios, tengo que odiar tanto a ese hombre, y sin embargo no puedo —lloró — No puedo...

— No eres un tonto por amar Taehyung. Aún si supieras cómo esto acabaría, aún si era dañino, hay veces en las que no es tan fácil escapar.
Uno se fuerza a creer que todo mejorará, que las cosas siempre serán mejor, que no existen los casos perdidos. Entonces, cedemos. Pero no es nuestra culpa. No es nuestra culpa que se aprovechen de eso.
Eres un muchacho fuerte por el simple hecho de albergar amor y perdón en tu corazón a pesar de todo...

Taehyung se alejó para mirarlo a los ojos — ¿También te ha pasado?

Jimin sonrió con una mueca y asintió — Soy culpable. Pero no me arrepiento de nada.
¿Sabes, Taehyung? Todo el daño que me provocaron, crearon al Jimin que soy ahora.
Hay cosas que deben suceder para hacerte más fuerte y listo para lo que viene.

— No.. No puedo creerlo, no puedo creer que alguien te haya dañado... Eres, eres una persona tan alegre y llena de vida, yo... Yo no puedo creer que alguna vez te hayas visto tan miserable como yo me siento ahora.

— Voy a decirte algo muy importante, Taehyung. —acarició los cabellos verdes — Aunque las personas sean malas contigo, tú sigue siendo bueno, sigue siendo amable, sigue siendo feliz y riendote de todo, porque un día, la vida te lo va a compensar. —tomó sus mejillas entre sus manos. — ¿Has aprendido algo hoy, Taehyung?

Bajó la mirada, una sonrisa curvó sus labios y se alejó limpiando sus lágrimas. — Por años, Hyungsik se encargó de hacerme sentir menos, me quitó alegrías y me quitó la seguridad que tenía hacia mi mismo, pero... — Tragó aire —No me quitará la sonrisa, ya nunca más. —asintió — Lo prometo, Jimin, prometo que Hyungsik se arrepentirá del Taehyung que ha creado.  —
Park sonrió casi perdiendo sus ojitos.
— Yo quiero volver a enamorarme, quiero volver a amar.

Jimin le dio un abrazo que fue correspondido, Taehyung quería volver a amar, y él tenía a la persona perfecta para que se enamorara.

—♥️—

Abrió la puerta de la habitación y salió, cerrandola de nuevo.

—Tú, orangután —le habló a Yoongi. Éste miró a Jungkook por si había escuchado mal y se señaló. —Sí, te hablo a ti. Si estás más racional, ya puedes ir con Taehyung. —se acercó a Jungkook — Vuelvan a casa y, por favor, tratalo bien —enredó su brazo con el de Jungkook. —Sé un apoyo y no un peso más.

—Está bien.. Gracias. Y gracias a ti también —se refirió a Jeon. Hizo una reverencia.

—¿Cuál gracias? Me debes una cita —sonrió mostrando sus dientes como una inocente criatura.

—Jimin... —regañó Jungkook.

—¿Qué? Le salvamos las papas, ¿o no?
Eh, Yoonnie, también recuerda darle un obsequio a Jungkook.

Yoongi suspiró —¿Qué es lo que quieres Jeon?

—No, yo no quiero nada —rascó su nuca. —Sólo.. Avisame cómo sigue Taehyung y si necesitan algo.

—Bien. —sin más, entró a la habitación.

Taehyung abrazaba sus rodillas y miró a Yoongi con tristeza.
— Gracias por venir...

—No es nada... —bajó la mirada, jugando sus manos. ¿Por qué estaba tan nervioso?
Lo sabía, había sido un cretino con Taehyung.

—¿Me llevarías a casa?

—♥️—

Taehyung estaba en su habitación, leyendo los apuntes que Yoongi le pasó, cuando éste entró. Traía una bandeja con chocolate caliente y galletas.

El peliverde alzó las cejas y dejó el cuadernillo a un lado, permitiendo que el pelinegro apoyara la bandeja en su regazo.
Yoongi notó cómo los ojos de Taehyung seguían rojos por el llanto, al igual que su mejilla, cuello, brazos y muñecas mostraban moretones de lo acontecido hace unas horas —H-Hice eso para ti... Sé que... Sé que lo dulce siempre te hace sentir mejor. —jugó con sus dedos nervioso. — Puedo, puedo hacerte compañía si lo deseas. —Kim lo miró con sorpresa y admiración.
Asintió, dejando que Yoongi se sentara a su lado.

A penas lo hizo, Taehyung puso su mano sobre la de Yoongi, entrelazando sus dedos.
—Te amo, Yoongi... — El pelinegro jadeó en sorpresa — Porque, aunque no sabes qué hacer cuando me rompo, te quedas a mi lado.

Se sorprendió al ver algo que hace años no veía, Yoongi estaba llorando. —Yo lo siento tanto. No supe cómo manejar eso y-

Taehyung negó, cortandolo. —En tus ojos puedo ver tu deseo de salvarme, y eso es más que suficiente para mí.

Yoongi lo abrazó y se lo juró a él mismo. Si Taehyung quería una historia cliché, él se la daría.

Era su turno de mover los hilos.
La vida de Taehyung sería tan cliché y romántica como él quería.