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Si te engaña una vez, es su culpa. Si te engaña dos veces, es la tuya.

Cuando amas tanto que te dejas lastimar.
La parte cliché que siempre duele.


Realmente creyó que iba a cambiar, realmente creyó que había cambiado.

Se preguntaran: ¿Taehyung es estúpido? ¿Por qué volver a confiar?
¿Conocen el dicho "de tan bueno, tan estúpido"?

Cuando Hyungsik volvió a llorarle y decirle que se arrepentía y que todo cambiaría para mejor, él dudó un poco. Pues, ya se lo había hecho.
Pero cuando aceptó salir esa tarde con él y vio lo bien que el castaño se comportaba, pensó en qué tan malo sería darle otra oportunidad. ¿Qué tal si Sik había cambiado y él no le daba la chance de demostrarlo? No podía hacer eso, Taehyung era tan bueno, que...

Al final, en el fondo aún lo quería.

—♥️—

Esa tarde, Yoongi esperó a Taehyung frente a la universidad, pero nada, él no apareció.
Pensó que, tal vez, en medio de un capricho, faltó sólo para no verlo a él.
Y así, pasó la tarde solo, hasta que la hora de salir llegó.

—¡Yoonnie!~

Una suave y juguetona, pero peligrosa, voz, se escuchó tras su espalda, y antes de que pudiera voltear, ya tenía a Jimin subido a ella. Por inercia, sostuvo sus piernas para que no cayera.
—¡¿Qué haces?! ¡Eres tan pesado, bajate! —se quejó.

—¡Pero si sólo peso 61 kilos! — apretujó su cuello con los brazos.

—¡¡Pesado, molesto, irritante!! — explicó.

Jimin se acomodó aún mejor en su espalda, ¡y Yoongi no entendía porqué aún seguía sosteniendolo!
— ¿Eso quiere decir que sí soportas mi peso? — movió las cejas de manera sujerente, aunque el pelinegro no pudiera verlo. — Soy de dar muchos saltones, como habrás notado. —se acercó a su oído — ¿Puedes ser mi brincolin? —susurró de manera ronca.

A penas el escalofrío recorrió su cuerpo, Yoongi supo que era momento de bajar a Jimin, soltandolo precipitadamente, provocando que cayera al suelo de culo.
—¡¿Y a ti qué te pasa?! — cubrió su rostro con el brazo. No dejaría qe Jimin viera su sonrojo.

—¡Auch! ¡Yoongi! ¡Mis nalgas! —se sobó. Cabe recalcar que todos los estudiantes que pasaban los miraban como si fueran dos aliens desnudos.

—¿Qué haces siguiendome, de todos modos? —lo ayudó a levantarse.

—Es que te vi tan solito~ ¿dónde está Taehyung?

—Am.. —rascó su nuca. ¿Su discusión con Taehyung era algo que quisiera hablar con Jimin? — No lo sé aún.

—Mmm... Jungkookie me dijo que lo vio esta mañana — captó por completo la atención de Yoongi — Pero tuvo que dejarlo cuando un amigo suyo apareció.

—¿Un amigo? —pensó. Igual era raro que Taehyung faltara a clases. —¿Qué amigo?

—No recordó su nombre —se alzó de hombros. — Pero dijo que se veía muy.. ¿Decente? Le causó mala espina, pero como Taehyung le dijo que estaba bien...

—¿No te lo describió? — Min preguntó cada vez más preocupado, haciéndose una idea de quién se trataría.

—Claro. Alto, casta.. Oh, diablos. ¿Crees que sea ese cretino de la otra vez? — la preocupación llegó a él también. — ¿Ese hombre es peligroso?

— Maldita sea. — Yoongi ignoró la pregunta, tomando su celular y marcandole a Taehyung. Algo que tenía que haber hecho más temprano de no ser porque su orgullo primó.

No contestaba.
Otra vez, marcó.
No contestaba.
Otra vez, marcó...
—¡Mierda, Taehyung! ¿Dónde estás?

—♥️—

Despertó sobre su pecho y con su brazo rodeando su cintura. Mentiría si dijera que no extrañaba eso.
Enfocó la vista, encontrándose con el perfil de Hyungsik. ¿Qué hora sería?
Miró por la ventana de aquel hotel, la oscuridad del cielo le advirtió que ya era de noche y se movió un poco, buscando sacar aquel brazo que se aferraba.

—¿A dónde quieres ir, bonito?

Sonrió — Voy por mi celular, tal vez alguien me mandó mensajes. Ya sabes, porque falté a clases y-

—¿Alguien? Yoongi, querrás decir. Te dije que te alejaras de ese imbecil. Siempre buscó separarnos.

— No hables así de él... Sólo quiere lo mejor para mí.

—¿Y yo no lo soy?

—También debo tener mensajes de mis padres, déjame revisar el-

—¿Seguro es eso? —lo miró severo — ¿No será que quieres ver si ese otro chico te escribió algo? — apretó sus dedos en la cintura del peliverde, provocándole un ligero dolor.

—¡Sik! —Taehyung apretó su mano en un intento de detenerlo — ¿Otra vez? ¿Por qué no confías en lo que te digo?

—¡Porque a la primera que te dejo, ya estás coqueteando con otro! —apretó aún más el agarre.

—¡Ah, lo sabía! —con ambas manos, hizo fuerza, logrando apartar la mano del castaño. — ¡Estás loco, Hyungsik, estás loco! — se sentó e intentó bajar de la cama, pero el otro se enderezó, sujetando sus hombros y haciendo presión hacia abajo, hundiendo a Taehyung en el colchón, para luego ponerse sobre él.

—¡¿Loco, me dices?! — tomó sus brazos y los cruzó sobre su pecho en una llave. — No me llames así. No me llames así ni te hagas la víctima cuando eres tú el que me provoca.

—Sik, me estás lastimando. Ya dejame.

—Te amo, Tae, ¿no lo ves? — se inclinó y comenzó a besar su cuello de manera desesperada —Te amo mas que a nada, ¿por qué no te comportas y cierras la boca? — se movió sobre él, con intenciones de excitarlo.

—Dejame, no quiero, ya sueltame... —trató de moverse.
Hyungsik capturó su cuello con la mano.

—Bebé, mírame... — pidió con voz dulce, apretando un poco más el agarre. — Tú sí quieres, tu eres un buen niño, ¿no es así?

Taehyung lo miró con miedo, quería decir que no, quería huir, tenía miedo.
Pero sabía lo que pasaría si se negaba... Una costilla rota sería lo de menos.
—E-Está bien... S-Sólo no me lastimes...

—Cariño... Yo jamás te haría daño...

Lo soltó, comenzando a dejar suaves caricias por todo su cuerpo, susurrando palabras dulces para él. Diciendo cuánto lo amaba.

Taehyung se dejó ser, tal vez el amor de cuentos de hadas no era para él. Quizás Yoongi tenía razón y debía dejar de comportarse como un niño.

Quizás, sólo debía obedecer...

Another Cliched Story?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora