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¡Encerrados en la misma habitación!
¿Surgirá el amor o la paranoia?





— Wow, ¿en serio Seokjin me va a atender gratis? Caray, qué bueno que terminaron en buenos términos. Es genial tener un amigo oftalmologo.

— Sí, sabía que querías atenderte con urgencia, así que le pedí que se hiciera un lugar en su lista, y decidió atenderte este feriado.

— Gracias, gracias, en serio gracias, Yoongi. Esto me hacia mucha falta, necesito revisar mi aumento, no quiero volver a pasar otra vergüenza como la de aquella vez.

— Pues, Tae, de todas formas debes cersoriarte de que abrazas a tu mamá y no a una señora random. No creo que eso tenga mucho que ver con tu vista.

— ¿Y cómo no? La venia saludando desde hace una cuadra y para colmo la señora tampoco avisó que no me conocía y me saludó como si nada.

— Ponte contento, en el mundo hay más gente idiota como tú.

— Ah, qué lindo que después de hacerme un gran favor me insultes como de costumbre, supongo que eso hace que el mundo vuelva a su balance.

Yoongi rió — Recuerda, está tarde a las cinco.

—♥️—

—¿Ah? — Jungkook observó la tarjeta que marcaba su turno con el oculista. — Pero si mis ojos están bien.

— Uno nunca sabe, ¿no?

— ¿Y porque uno nunca sabe, vas y me sacas un turno por el que debes pagar, aunque yo no lo necesite?

— Eso es lo bueno, ¡es gratis!

— ¿Y eso qué? ¿De dónde lo sacaste? ¿Por qué se te ocurrió que vaya? Tengo otras cosas que hacer, mejor usalo tú y-

— ¿Todo tienes que preguntar? ¡Dije gratis, gratis! ¿No es esa la palabra mágica? ¡Todo el mundo toma lo que es gratis! Qué importa si lo necesita ¡es gratis!

— Va, Jimin, con ese entusiasmo deberías ser vendedor de bienes raíces. —suspiró, mirando de nuevo aquel papel. — Okey —se alzó de hombros. — Nunca fui a uno, supongo que será divertido conocer el proceso.

— ¡Eso es! —dio un golpe a su espalda. — Ánimo amigo, y recuerda, a las cuatro y media, ni un minuto de más. No vayas a llegar tarde.

A Jungkook se le hizo raro, pero asintió.

—♥️—

— Hola... — el pelinegro entró al consultorio y se encontró con un escritorio, detrás de él había una muchacha ordenando papeles.

— Buenas tardes — sonrió — Debes ser Jeon Jungkook. — el pelinegro asintió.

— No sabía que también trabajaban en feriados. — dijo incrédulo. Mentiría si dijera que no pensaba que esto era parte de algún plan de Jimin. Quizá quería sacarlo del departamento por unas horas para hacer a saber qué cosa, pero estaba bien, no le hacía daño a nadie.

— El señor Kim es muy profesional. — apretó sus labios, sí, claro, super profesional, prestandose al juego que su ex le propuso. — Por favor, espere en el asiento, yo le avisaré al doctor. — Jungkook obedeció y ella se levantó.

— Gracias, señorita...

— Moon. — sonrió, entrando a otro cuarto.

Jungkook tomó su celular y empezó a jugar candy crush mientras pasaba el tiempo.
Al poco rato, un rubio salió de la puerta seguido por la muchacha peligris, que fue hasta el escritorio y empezó a guardar sus cosas.

Another Cliched Story?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora