Another Cliched Story?

29

Te veo, me sonrojo y tiemblo.
Qué idiota te hace el amor.

¡Encuentro casual!
¡Qué cliché!

Okey, no tan casual...

Taehyung miró la dirección una vez más, había una calle que no le hacía sentido, así que frenó el andar de su bicicleta y la sostuvo con sus pies.

Cuando una señora pasó por ahí, la detuvo — Disculpe, ¿le importaría orientarme un poco?

— Claro que no, ¿qué necesitas? — la mujer se acercó y él le mostró la dirección. — Oh, querido, pero esas calles son paralelas.

— ¿De verdad? — miró el papel — ¿Entonces no hay una lavandería por aquí, cierto?

La mujer hizo una mueca de pena, este chico en verdad estaba confundido — No, lo siento.

— No se preocupe, le agradezco mucho — se inclinó un poco y la mujer se despidió. Taehyung suspiró, ¿sería que le había tendido otra trampa? Rió un poco y tomó su celular para llamar a Jimin.

— ¿Así que sí lo hizo, eh?

La voz conocida lo detuvo y miró hacia atrás. Jungkook estaba parado, con una sonrisa en su rostro.
— Hola...

El pelinegro se acercó a su costado y alzó sus cejas — ¿Qué pasa? — preguntó ante la mirada que Taehyung le daba.

— Dejaste de hablarme por dos días, así que... ¿Qué esperas que te diga?

— Bueno... — miró al suelo, jugando con sus pies.

— Es decir, me dijiste eso y después-

— Lo sé. — cortó — Yo sé lo que pasó.

— ¿Y entonces qué reacción esperabas?

Jungkook lo miró — Tenía que pensar.

Suspiró — ¿Sabes? Jimin me mandó a una lavandería — dijo con gracia — Pero era sólo otra trampa.

— Lo sé, me mandó a mi también, pero yo ya sabía que era mentira. Me crié en este lado de la ciudad — sonrió.

— Sabías y aún así viniste — achicó la mirada.

— Supuse que de alguna manera él te haría venir, entonces... ¿Qué? — preguntó ante la risa pequeña que el peliverde dio.

— Nada, lo siento, suelo ser muy mal pensado. Continúa.

Jungkook negó, entendiendo — Miralo, luciendo tan dulce y siendo tan atrevido, eh.

— No lo soy. — se avergonzó.

— Lo eres, pero luego también te cohibes. Como lo hiciste cuando te sentaste sobre mi en el sillón. — se burló.

— ¡Oh, Dios, no lo digas! — cubrió su rostro. Jungkook rió y Taehyung le dio un golpe a su hombro — ¡No es gracioso, no lo es! — y dio otro golpe.
Jungkook sujetó su muñeca antes de que alejara la mano.

— Sí lo es, Tae. — dio unos pasos más y se acercó lo que la bicicleta permitió. Taehyung se hizo un poco hacia atrás cuando Jungkook se inclinó hacia su oído. — No voy a morderte, Tae. — pronunció suave. Su aliento chocando contra la piel, hizo estremecer un poco a Taehyung, más cuando Jungkook usó una voz un poco más ronca — Necesito hablar contigo.

— ¿S-Sobre qué? — preguntó sin moverse.

— Puede ser sobre mi si quieres... Tú sobre mi. — se atrevió a dejar un beso en su oído.

— ¡¡Yaaaaa!! — Taehyung le dio un empujón. Jungkook se alejó, pero él cayó al suelo junto a la bicicleta. — ¡No! ¡No te atrevas a reírte! — le advirtió, acomodándose en el suelo.

— ¡Estás todo rojo! No puede ser — haciendo caso omiso a la advertencia, se rió, tirando su cabeza hacia atrás, mientras sujetaba su estómago.

Taehyung quería enfadarse, en serio quería. Decirle que eso no se hacía, pero, ¿cómo podría con semejante belleza riéndose de forma tan dulce justo en frente de él?

Por esta vez, disfrutaría siendo el payaso.