52. Devil

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"Jodida pero contenta". Ese era el pensamiento de Soo después de su maratónica sesión sexual desenfrenada y perversa junto a su marido durante tres días seguidos. Se revisó a conciencia cada punto del cuerpo, tenía innumerables rasguños en la espalda, al menos dos moretones visibles en el interior de ambos muslos, tembló al acordarse cómo fueron hechos. La huella de los dientes de Wook en sus senos le recordaron un pasaje del kamasutra, aquel acerca de las marcas reservadas para tu amante. Enmarcó una ceja ¿Acaso ese Jirafo salvaje se había instruido leyendo ese libro?

Definitivamente ¿Quién pensaría al mirar esa cara de inocencia la cantidad de perversión que guardaba ese cuerpo aniñado? Como resultado, la ropa le rozaba en salva sea la parte, haciéndola caminar graciosamente. Toda la mañana había dictado clases de pie, sin sentarse bajo ninguna circunstancia o no podría volver a levantarse de la silla. Tendría que usar faldas largas y blusas sin escotes. Sin embargo, eso no le quitaba la sonrisa del rostro: ahora entendía por qué las coreanas se tapaban tanto. El sonido de Kakao Talk la distrajo.

"Moon... te extraño. ¿Qué quiere de comer mi princesa? Nada pesado o te dormirás a medios besos y otras cosas haha... llegaré temprano a casa, Kyu cenará con nosotros ¡Y después lo mandamos a dormir!"

No pudo evitar reír, en verdad su marido era todo un caso. ¿Es que no estaba cansado? El entrenamiento de idol era el culpable, tenía resistencia como para tres maratones.

- Voy a morir de una cogida – dijo por lo bajo

Una carcajada resonó por el salón, HyukJae estaba detrás suyo leyendo de reojo el mensaje y obviamente había escuchado todo.

- ¿Quieres una bolsa de hielos? ¿O esa mejor se la doy a Wook?

Un golpe en la nuca se hizo presente

- Eish... ¡Ya entendí! ¡Ya entendí! ¡Sin bolsa de hielos! - contestó entre risas - mira, de casualidad traigo unos dulces de gingseng por aquí... te pueden servir para recuperar energías... aunque lo que tú necesitas es un lubricante ¡Y con urgencia!

- ¡HyukJaeeeee!

- Ahora que pueden usar saliva en casos muy extremos cuando las ganas son muchas... y por lo que dijiste el enano es perverso y caliente...

Un pellizco y el grito apagado del chico fueron la respuesta. Infló las mejillas ahogando su protesta, el rostro rojizo respirando fuertemente cuando lo soltó. Su mueca de dolor era para una fotografía y ella sabía el título adecuado: "Mono aullador"

- Ya verás cuando platique con Hae... no vas a caminar en un mes...

- Eres una rencorosa – protestó mientras se sobaba - ¿No sabías que éso es malo? Enferma el alma...

  -Lo único que se va a enfermar de gravedad por aquí es tu trasero...

Hyuk se llevó las manos en ademán protector del sitio mencionado, más con risa e incredulidad que con morbo o miedo. Soo sonreía, amaba esos momentos. De ser una mujer de edad media solitaria y recluida en libros, ahora era una mujer casada con una partida de locos por amigos. Esos días podía calificarlos como los mejores de su vida hasta el momento.

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Sungmin entró detrás de Leeteuk y Shindong, quienes habían apartado el camarín más privado de todo el restaurante. Inclusive habían accedido desde un sitio donde no pudieran verlos los demás comensales. Tomaron asiento dejando a Teuk en la cabecera, éste miró nerviosamente su reloj de pulsera mientras los otros pedían algo de beber.

- Será puntual... - dijo Shindong como si le hubiese preguntado

- Siwon siempre es puntual, quien me preocupa es...

La Maestra de EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora