12. Salto al vacío

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El amor puede ser una bendición o una tortura entera, depende del enfoque que desees darle. Para Sungmin era un salto al vacío. Decidir nunca fué fácil. Sobre todo porque jamás midió las consecuencias reales de seguir a su corazón.

- La vida no es fácil ¿Cierto? - suspiró mientras daba un sorbo a la taza de café

Lo miré en silencio, contemplando su perfil. En realidad era un hombre sumamente atractivo, lleno de talentos, parecía no existía absolutamente nada que no pudiera realizar, aprendía rápido, era ágil, divertido y muy detallista. Una verdadera maravilla.

- ¿A qué te refieres en específico?

Sungmin me miró de reojo, dudando si abrir la boca o no. Sabía que no podría ocultarlo por demasiado tiempo, de hecho, era mejor lo supiera por él y no por alguna incómoda situación que lo pusiera nuevamente contra la pared.

- ¿Recuerdas el día que nos encontramos en el mercado?

Asentí con la cabeza. Sabía que guardar silencio era importante, no interrumpir ese breve momento de valor que había logrado emerger.

- Bueno, hay una mujer... - se detuvo un segundo, aunque a él le pareció una eternidad – eres ELF, no te costará mucho entenderme.

Sus ojos se perdieron en el vacío. No es que le faltara valor para contarlo, simplemente le daba vergüenza.

- No teníamos mucho de haber debutado cuando comenzamos a tener fans, antes de ser ELF, antes de todo existió mi parteagüas, mi antes y después... su nombre es «Campanita», supongo que la recuerdas

Dijo eso esperando mi respuesta, claro que sabía quién era, el user de users, la primera ELF, una de las fundadoras del fandom, la misma que desapareció de repente y sin decir adiós cuando Sungmin se casó, justo durante el exilio, el linchamiento público y el hiatus forzado. Tragó saliva con dificultad, supongo esperaba una reacción negativa de mi parte, o una de misericordia, aún así, tomó aire y valor continuando su relato.

- «Campanita» trabajaba para SM y nos conoció cuando éramos trainées. Nos siguió desde aquella época como parte del staff, «nos» es una mera cortesía... en realidad me seguía a mí...

Su mirada se perdió en la nada, la voz se volvió prácticamente un susurro, supe que estaba reviviendo ésa época, una muy dolorosa y le tomé la mano para que supiera no estaba solo.

- Me agradaba, era alguien cortés y atenta, aunque nunca fué agraciada. De vez en cuando le sonreía cuando me traía un ramen, un refresco o el agua después de los ensayos. Muy tarde me dí cuenta de mi gravísimo error.

Años estuvo a nuestro lado, fue parte del surgimiento de ELF, muchas de las ideas que se usan como apoyo fueron de ella... los fanchants, las peleas físicas y enfrentamientos verbales entre fandoms desaparecieron cuando ella impulsó las peleas en votaciones y eventos... hizo muchas cosas por nosotros, todas buenas... gran parte de los goods fueron ideas suyas, a mí no me parecía inusual que me pidiera fotografías que después vendía de forma exclusiva para financiar al fandom ¡Qué imbécil fuí!

- No esperabas que se hubiera enamorado de tí, supongo

- Así es. Para mí era una persona agradable, alguien que cumplía su labor con respeto. Por eso conversaba con ella de vez en cuando

- No es tu culpa en realidad, la gente normalmente vé lo que desea y no lo que es

Nuevamente suspiró, enlazando los dedos fuerte, tanto, que los nudillos se tornaron rojos, pude ver como la vena del cuello se le saltaba. Por un momento pensé en detener el relato, decidí callar y esperar, se había guardado todo durante años, era hora de tirar la basura de una vez por todas.

La Maestra de EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora