46. Blue World

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Desperté antes que ella, miré furtivamente bajo las sábanas su cuerpo, recreándome en lo sucedido la noche anterior. No esperaba caer en sus brazos tan pronto, de verdad quería esperar hasta casarnos, el recuerdo de Kangin fue lo que me impulsó a tomar otro rumbo, no es que espere desaparecer de un día a otro, pero nada garantizaba mi estadía en este mundo.

Se arrebujó junto a mí, el contraste de su tez ambarina con mi piel blanca era fabuloso, al menos para mí. Imaginé un hijo con ella, con una tez como la del chocolate con leche, como un frappé light, me reí de mi ocurrencia. Pensé en un bebé de ojos almendrados oscuros como los míos, cabello castaño brillante, con mi perfil, su boca y sus pequeñas orejas, su mentón afilado. Si existiera esa posibilidad...

- ¿En qué piensas? - abrió los ojos somnolienta y pegó su rostro al mío

- Tonterías – respondí dándole un beso en los labios

- Mffmm... cuéntame – hablaba con dificultad debido a mis besos

- Pensaba – beso – en un mffmm hijo – mordida

Despegó sus labios de los míos para mirarme sorprendida, parpadeó un instante y mesó mis cabellos con sus dedos concentrándose en lo que dije.

- ¿Crees que podamos?

Sudé frío pensando que se negaría, escucharla decir eso me devolvió el alma.

- Mmmm... no lo sé – un beso en su cuello – tenemos que practicar duramente – su risa ahogada por una mordida en sus senos – sin rendirnos – lenguetazo en sus pezones – día y noche...

Se acomodó bajo mi creciente erección, moviéndose despacio y llevándome hacia su cuerpo con sus piernas a mis costados. Suspiró.

- ¿Qué tan duro? - dijo con mucha sensualidad mientras abarcaba mi firmeza

- MUY DURO - alcancé a decir entre dientes - tiene-ee .. queee... salirnos mfff perfecto ahhh

No pude decir más, comenzó a moverse con una velocidad que me hizo perder noción de todo.

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Hyuk miraba directamente a sus ojos, preguntándole en silencio. Hae no necesitaba palabras, todo lo había dicho ya.

Cualquiera que los mirara en ese instante se daría cuenta del intenso amor que había entre ambos

Era curioso como no requerían más que de unos cuantos gestos para decirse todo. Cómo adivinaban el pensamiento del otro con una simple vista, ni siquiera en ese justo momento requerían palabras.

Hae tomó su mano besando sus nudillos, la llevó hacia sus mejillas como si se tratara de un gatito pidiendo una caricia, cerró los ojos al sentir el suave toque de HyukJae, suspiró.

Podría haberse quedado de esa forma a no ser porque el aliento a leche de fresa golpeó sus fosas nasales, abrió los ojos y se dio cuenta que los labios de Hyuk buscaban los suyos.

Ladeó unos centímetros el rostro, lo justo para que sus bocas se encontraran. Hyuk ahogó su suspiro en esa boca, en el cuello con aroma a Vainilla, en la piel blanca que tanto tiempo buscó sentir.

Se repitió a sí mismo que ese pretexto de no tener a nadie porque estaba esperando al amor de su infancia sólo le había quitado tiempo y vida. Tiempo que iba a disfrutar de aquí en adelante, vida que iba a crear al lado de esos ojos color almendra, los únicos que le hacían temblar y sentirse feliz al mismo tiempo.

Las manos de Hae corrieron traviesas por su espalda infinita, deteniéndose justo en su cintura, palpando por debajo de la ropa su piel, buscando un contacto que creía prohibido.

La Maestra de EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora