"Más" era el único jadeo que Ryeowook escuchaba en su oído mientras su esposa enterraba las uñas en su espalda. No se había podido contener aunque había hecho ese firme propósito, verla solo con su camisa puesta mientras hacía el desayuno lo había elevado en segundos. Agradecía infinitamente fuera mucho más bajita que él, podía cargarla, manipularla, desmadejarla a su gusto y preferencia sin mucha resistencia de su parte.
No le había tomado demasiado tiempo apagar las hornillas, jalarla de la cintura, morderle el cuello y llevarla casi en vilo hacia la silla en la barra del antecomedor. Ahí le quitó la camisa de un tirón y le embarró los senos con la mermelada destinada a los hot cakes, desesperado, quemándose por tenerla.
El dulce rojo y viscoso resbaló hasta su ombligo obligándolo a bajar chupando, sorbiendo. Mordía cada pedazo de piel, disfrutando el sabor de las cerezas rojas combinado con el olor del cuerpo limpio de Soo, quien solo suspiraba arqueandose hacia atrás rodeándolo con las piernas. Sin pensarlo mucho volvió a tomarla de la cintura, apretando sus nalgas enérgicamente para que sintiera su erección y la cargó sin dificultad. Se encaminó con ella mordiéndole el lóbulo de la oreja intentando esquivar todos los muebles para no caerse y la soltó sobre la cama.
Mordió y arañó cada punto de piel donde aún quedaba rastro de dulce, lamiendo despacio y dejando que sintiera su aliento caliente, húmedo y desesperado. Comenzó a embestirla lo más lento que su razón le permitió, quería empaparse de ella hasta el último centímetro.
- Si sigues mmfff... así ahhh... voy aaaa... po... poneeerme tus camisas... ammm todosss... los días...
Ryeowook sonrió ante el pequeño intento de protesta, que realmente era una provocación.
- Estabas ahí - mordió su cuello - con nada debajo - dijo pegado a sus pezones, lamiendo - la luz iluminando tu cuerpo - chupó su oreja - no soy de roca...
Soo se incorporó a medias, lo suficiente para pegarse completamente al cuerpo de su marido, rodeando completamente su cadera, obligándolo a hundir el rostro entre sus senos. Comenzó a balancearse rítmicamente adelante y atrás, llevandolo hasta lo más profundo. Wook la tomó de los hombros para empujarla arriba y abajo con fuerza, Soo abría la boca dejando escapar leves gemidos que fueron subiendo de nivel con cada mordida y succión que recibía de sus labios.
El sudor resbalaba piel a piel, aumentando el calor y la fricción «¿Se siente bien?» ese coreano sensual estremeciendo su oído, elevando la temperatura «Muévete un poco más profundo» las palabras de Wook lejos de ser órdenes la hacían sentirse sensual, poderosa, única. «Mírame a los ojos» esos ojos que eran brasa, incendio, el universo en sí mismos, sus labios resbalando por la piel, delineando un mapa sexual único e irrepetible.
- Te amo...
Ahora entendía el significado real de esa frase, no era un cliché, tampoco producto al calor del momento, dejó de ser algo vacío, superficial, sin dirección ni profundidad. Él lo era todo, porque la había aceptado tal cual, no había cambiado absolutamente nada en ella. Wook tomó dulcemente su rostro entre las manos como respuesta, besándola tan profundamente como su corazón se lo permitía, resbalando por la línea de su mentón
- Eres mi alma... mi aliento... sin tí ya no sé vivir...
Soo se hundió en él buscando fundirse en un abrazo íntímo, más allá de simple erotismo. Wook se estremeció de pies a cabeza y besándola llegaron al orgasmo, primero ella, él después. Sintiendo como su mujer se llenaba de su cálido semen.
- Tengo que ir a Japón hoy, será un viaje rápido.
Soo hizo un puchero, estaban abrazados en las sábanas revueltas, no quería soltarlo.
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La Maestra de Español
FanfictionPROHIBIDO ADAPTAR COPIAR O MODIFICAR SIN PERMISO DE LA AUTORA. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. Ella entró en sus vidas de imprevisto, de la misma manera que dió alegría se convirtió en un dolor enorme. Una historia diferente, con una protagonista inu...