La Maestra de Español

34 If You

Los días transcurridos fueron una tortura para Siwon. Seguía dando vueltas en su cabeza qué le diría a Soo cuando volviera del Super Show en Japón. Tenía un montón de sentimientos encontrados: el evento Telehit había sido un éxito, las entrevistas en México habían llegado al por mayor a diferencia de otros años, traían excelentes recuerdos del SS7 y en vez de poder compartir con ella esas experiencias, debería intentar no perderla.

El aeropuerto estaba repleto de reporteros intentando obtener la nota, no podría ir a verla en forma inmediata, no era conveniente y lo sabía. No podía ni debía exponerla, ahora menos que nunca. Para su sorpresa, InNa estaba esperándolo con un hermoso ramo de flores, parecía una reina de belleza ahí parada con su sonrisa perfecta, su inmaculada personalidad y su aire virginal.

¿En qué momento había pensado era lo que necesitaba? Hermosa en verdad, mucho, tierna y frágil, pasiva... en realidad ésa era la palabra precisa para definirla. Sujeta a él, a sus deseos, incluso en la cama. Recordaba con un poco de ironía la pregunta que le realizara Montserrat Olivier tiempo atrás "ok, te casas ¿Y qué pasa si llegado el momento no se entienden en la cama?"

- ¿Y qué respondiste? Somos un equipo, hasta en éso seremos equipo... - una sonrisa amarga adornó por un segundo su hermoso rostro – eres un perfecto estúpido...

Había entendido lo profundo de esa pregunta demasiado tarde. Después de haberse resignado a una mujer hermosa, pura pero sin ápice de voluntad propia, sin más sueños que seguirlo a él eternamente. Una niña en toda la extensión de la palabra, una que le había inspirado ternura más no amor, ni aún cuando la tuvo entre sus sábanas pudo hacerle sentir más allá de satisfacción carnal y la esperanza que un día despertara su sensualidad. No entendió hasta la llegada de Soo lo vano e imbécil de ése ideal femenino hecho a la medida, a la altura de la sociedad y de las circunstancias.

Con Soo no sabía si era negro, blanco o gris, nunca adivinaba qué haría ni cuál era el siguiente paso, su seguridad y decisión para llevar a cabo algo, aún cuando se equivocara, su capacidad para levantarse y continuar. Sobrevivir... sí, ella podría seguir adelante, de entre todo lo que podría suceder ella se iba a levantar por los dos.

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HyukJae entró al departamento despacio, llevaba entre las manos un paquete y detrás suyo iba Hae. Ambos buscaron con un poco de impaciencia a Soo, no se la veía por ningún lado. Un sollozo ahogado les hizo voltear, estaba sentada en un rincón llorando, con la cabeza hundida entre las piernas, abrazada a sí misma. Hyuk se arrodilló frente a ella en actitud protectora, le dió un beso en la frente levantándola despacio, arropándola. Hae se acercó a ambos, completando el abrazo.

Una hora después estaba dormida entre los brazos de Hyuk. De cuando en cuando una lágrima resbalaba de sus ojos entre sueños y se acurrucaba en el pecho del chico, buscando algo de calor, temblaba como si estuviera en una habitación helada.

- ¿Estará enferma de nuevo? - Hae se acercó tocando su frente

- Quizás... recuerda que se puso igual cuando lo de GinGin... me preocupa

Soo se revolvió entre sus brazos, abrió los ojos y miró desconcertada a su alrededor. Se incorporó rápidamente con el pecho agitado fijando la vista en un sobre blanco lacrado en oro.

- Pensé que estaba en un sueño... en otra maldita pesadilla...

- Vas a tener que enfrentarlo tarde o temprano - Hyuk era claro, como siempre - ambas pérdidas.

- Lo sé - dijo en voz baja - no soy idiota ¿Sabes? de todas maneras sabía que ésto no podía pasar de ser más que un sueño para mí... es decir ¿Quién se fijaría de verdad en alguien como yo?