La Maestra de Español

11. Días Olvidados

Nunca pude comprender cabalmente de qué huías, más bien ¿De quién? Tampoco es que sea idiota, tengo mis propias teorías acerca de quién es el padre de Akbal. De algo estoy seguro, nadie lo sabemos en realidad, fué un secreto que te llevaste a la tumba.

Me duele no haber podido ayudarte en su momento, que entendieras no necesitabas huir a ningún lado, esconderte ni ocultar a tu hija. Pero más me duele tu falta de confianza, que no nos contaras ni a Teuk ni a mí, sobre todo porque sabías no diríamos absolutamente nada, a nadie, pasara lo que pasara.

La observo dormir y es idéntica a tí. Frunce la nariz mientras sueña, se muerde el labio inferior cuando está nerviosa o triste, le dá hipo con el frío y se aferra a Wookie igual que tú lo hacías.

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La agenda del día era demasiado complicada. Desde que habíamos asumido parte de las decisiones como SJ Label los tiempos muertos eran cada vez menos. Afortunadamente cada uno asumía su papel con ahínco y devoción. Siwon había sugerido estudiar al mercado latino, desde la mercadotecnia, las relaciones públicas, artistas prominentes, tipo de género musical, era un gran trabajo, sobre todo porque no entendíamos cabalmente las posturas.

Latinoamérica era un sitio virgen dentro de nuestro mercado. La última gira casi había acabado en desastre. Los bajos números de ventas nos tenían en la cuerda floja, los netizens y los escándalos que parecían nunca cesar, no podíamos terminar de sacar a un miembro de uno cuando ya otro estaba a punto de caer.

Siwon lo definió perfectamente una vez, Super Junior era un grupo privilegiado con mala suerte. Desde la boda de Sungmin no había parado el golpeteo al grupo, cada vez más intenso, cada vez más ardiente, como si quisieran tatuarnos un logo de pecadores por todo el cuerpo.

Alguna vez llegué a pensar nos habían maldecido con algún encantamiento antigüo, de ésos que salen en los dramas. Y cuando aparecían breves respiros, bocanadas de aire que impedían nos ahogáramos, era cuando la positividad del grupo resurgía. Estábamos acostumbrados a ser golpeados hasta casi dejar de respirar, pero nunca a dejarnos rendir y caer. Esta vez la bocanada de aire se llamaba Latinoamérica, un mercado inexplorado y que teníamos la oportunidad de aperturarlo.

Nos gustaban los riesgos, Siwon siempre ha sido un genio de las inversiones, aunado a las distintas cualidades de los demás miembros, había dejado resultados muy positivos en puerta. «Lo Siento» no había sido planeada estratégicamente, simplemente fue un regalo para ese lado del fandom que pocas veces podíamos consentir, siempre veladamente, siempre a escondidas. Era hora de decirles «gracias».

Jamás esperamos el furor que se desataría. Escuchar a nuestras ELF latinas entonar por vez primera una canción completa de forma comprensible fue espectacular. Ibamos derrotados, pensando que era el final, uno que ni siquiera nos permitió tener a los miembros reunidos una sola ocasión más. Ver esos estadios repletos, las ls brillando, los gritos, las risas, sus voces coreando una canción de principio a fin aunque estábamos seguros, cantaban cualquier cosa menos coreano, éso había sido la leña, el combustible y los fósforos al mismo tiempo, nos calentaron el alma y el corazón.

Sooná llegó en el momento de transición en nuestros proyectos. Ibamos a desafiar no solo a SM al hacer un álbum de influencia latina e intentar expandir el mercado... íbamos a desafiar al fandom. Reincorporaríamos a Sungmin y a Kangin en la subunidad Latam. Recordábamos lo que las mismas I ELF decían en sus twitter: «si ellas no los quieren, nosotros sí, tráiganlos aquí» y era justo lo que haríamos.

Sabíamos que no era una profesora en forma, la elección no había sido por experiencia en docencia, sino por las habilidades que poseía para transmitir información. En su perfil habíamos solicitado alguien que se ajustara a nosotros. Es curioso que fuera una ELF. Al final, estábamos unidos después de todo.