Parte 1 – Tentando al diablo
—Saludos bella, sabía que volverías, aunque no esperaba que fuera tan pronto.
—Lo saben.
La silueta de Lucifer se recortaba en el trono frente a la chimenea. El fulgor del fuego se reflejaba sobre él y lo envolvía en un halo incandescente. Había vuelto a adoptar su aspecto semi-demoníaco. Sin volverse, dejó el libro antiguo que estaba leyendo sobre la mesilla, cogió la copa de vino tinto y bebió un sorbo largo y lento.
—Tendrás que ser más específica.
Luzbel caminó hacia él, le arrebató la copa y bebió mirándolo fijamente. Lucifer frunció los labios.
—Como vuelvas a arrebatarme algo que esté en mis manos, te romperé esos preciosos dedos que tienes uno por uno.
—Tendré que enseñarte las ventajas que tiene compartir —Luzbel bebió otro sorbo, disfrutando del momento. Le cogió la mano haciéndole una caricia en la parte interior de la muñeca y le devolvió la copa. Luego volvió a ponerse seria—. Lo nuestro. Lo que pasó antes de la guerra. Azazel lo descubrió, y es posible que más Vigilantes estén enterados.
—Te habrás encargado de ella.
—Por supuesto, le he borrado la memoria, y también me deshice de todos los códices, libros y tablillas que redactó Raziel, pero no sé quién más de los Vigilantes puede haberlo descubierto, y eso puede suponer un problema. —Lucifer permaneció impasible—. ¿No te importa que puedan correr rumores entre tus siervos y te pierdan el respeto?
—Sé muy bien como revertir los rumores sobre mí para transformarlos en algo terrorífico o amenazante que juegue a mi favor.
—Astaroth también sospecha algo.
Lucifer cogió una uva de la bandeja de plata que tenía al lado, la desgranó y la masticó con parsimonia. Elevó los hombros.
—Lord Astaroth es lo suficientemente inteligente para saber que le conviene guardar discreción, por el bien de su hija humana y también toda la Recreación. Le dejé bastante claro mis condiciones, sabe que si se mete donde no debe puede que decida echar abajo su pequeño proyecto, arrebatarle a su retoño o exterminar a la especie humana. Aunque tus Vigilantes ya han hecho la mitad de ese trabajo sin mi permiso —añadió con mordacidad.
Luzbel cruzó los brazos y contempló las llamas que ardían en la chimenea.
—Alguien tenía que hacerlo. Te estás ablandando. ¿Dónde está aquel demonio que provocó la caída del meteorito que exterminó a los dinosaurios?
—Sigue aquí, tan solo es más cauteloso que en aquel entonces. ¿Qué quieres? ¿Que me una a la Recreación y también destruya a la otra mitad contaminada de la humanidad?
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Dos velas para el diablo 2: Alfa y Omega
FantasyCuando Cat asiste al secuestro de su hermano Dari y otros Hijos del Equilibrio, por un misterioso grupo de demonios llamados Los Vigilantes, toma la decisión de embarcarse en su búsqueda para encontrarlos. Por el camino irá enfrentándose a peligros...