Capítulo 56: La lucha de Gabriel

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Antes de empezar el capítulo, os traigo una lista de recordatorio de personajes, para refrescar la memoria de quién lo necesite:

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Antes de empezar el capítulo, os traigo una lista de recordatorio de personajes, para refrescar la memoria de quién lo necesite:

-Mefistófeles y Barlog: demonios antiguos, siervos de Astaroth desde hace miles de años. Fueron mencionados por Hanbi y Asth en el capítulo 41.

-Kali: diablesa del Grupo de la Recreación. Madre de Alex. Apareció en el cap 5.

-Lamia: diablesa del Grupo de la Recreación. Madre de Elise y Maggie. Su pareja es Adriel y fue sierva de Lamashtu en el pasado.

-Chrystel: ángel  joven ayudante de Gabriel, apareció en el cap 5. Aparenta veintitantos aunque tiene más de tres millones. Amiga de Ezequiel y Jeiazel. 

-Lailah: hermana pequeña de Chrystel, un ángel menor de casi la misma edad que Angelo. Es uno de los ángeles que acompañan a Gabriel y persiguen a Seth en el cap 5, aunque su nombre no es mencionado.

-Ezequiel: ángel que aparece en el cap 5. Dueño de una cafetería en Madrid, pareja de Jeizael, ayudante de Gabriel y aliado del Grupo de la Recreación.

Y ya está, empezamos:

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—¿No entiendes el significado de "no te metas en este asunto"?

La voz de mi padre llega desde varios metros a mis espaldas.

—Tú tampoco entiendes que ya no puedes detenerme. —respondo sin volverme—. No soy la niña de antes, ahora soy una nefilim. Tú estás herido, mamá está en grave peligro y voy a ayudaros, tanto si quieres como si no.

La noche es fría, oscura y sin estrellas. Sopla un viento desagradable y los truenos rugen entre las nubes. Estamos en el Roma, en el puente que lleva al Castillo Sant Angelo, también conocido como Mausoleo de Adriano. El puente está bordeado de estatuas de ángeles que nos observan desde sus altares y frente a nosotros se alza el imponente mausoleo circular, iluminado del dorado de las farolas, y en la cima del todo está la impresionante estatua alada del arcángel Miguel, empuñando una espada en gesto combativo.

Toda la zona está acordonada. Los demonios de mi padre lo han dispuesto todo para que parezca cosa de la policía y los humanos curiosos que puedan pasar cerca de aquí no molesten.

—Vuélvete a casa ahora mismo. Es la última vez que te lo ordeno.

—No —me encaro hacia él. Está a unos metros de mí, le han vendado las heridas y lleva una camisa y chaqueta nueva. La herida era superficial pero sé que le duele. Hanbi, Mefistófeles, Lamia, Barlog y Kali están un par de metros tras él, acompañándole y esperando sus órdenes—. No permitiré que nadie más muera. Ahora tengo habilidades especiales, puedo ayudaros en esta misión.

Dos velas para el diablo 2: Alfa y OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora