Capítulo 8: Una divina comedia

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—De verdad, estás obsesionada con ese libro —resopla el demonio.

Le dedico una mirada furibunda. Estamos sentados uno al lado del otro, en un avión que nos llevará rumbo a París. Discutiendo mientras al fondo la azafata da algunas explicaciones en inglés y en español de cómo inflar el chaleco salvavidas y qué hacer en casos de emergencia.

—No es ninguna obsesión. Es normal que sea un libro que me provoque interés si es la versión más cercana a la realidad del origen de los Hijos del Equilibrio que existe —replico—. Pero no dirás que lo que te he dicho no tiene sentido. En El Libro de Enoc se habla de Los Vigilantes, se hacían llamar los Grigori, y formaban el grupo de ángeles caídos que procrearon con humanas y dieron luz a los nefilim.

—Ya, ¿y?

—¿Cómo que "y"? —De verdad, este tío me pone de los nervios—. Esos tipos se hacen llamar Los Vigilantes.

—Ya había captado que era una referencia a eso. Yo y todo el mundo.

—No hablo solo de que sea una referencia. Me refiero a que puede que ese grupo esté también formado por ángeles y demonios que sean como esos... o sea, como los del Grupo de la Recreación.

Angelo sacude la cabeza.

—Si fuera así, ¿para qué secuestrar a otros hijos si pueden tener los suyos propios? ¿Y qué iban a tener en contra del Grupo de la Recreación? Está claro que no aprueban sus acciones, Cat. Seguramente quieren utilizar a los Hijos del Equilibrio como cebo, para manipular al grupo de alguna forma.

—Pero, si lo que querían era tener control sobre ellos, ¿por qué no se han limitado a atrapar a los hijos de los ángeles y los demonios más poderosos? De todos los secuestrados, el único que cumple con ese requisito es mi hermano, el resto son hijos en mayoría de ángeles y demonios menores.

—¿Qué crees entonces que están tramando?

Me sumo durante unos segundos en un silencio de reflexión.

—Solo es una teoría pero... creo que están reuniendo a los Hijos del Equilibrio para otro propósito que va más allá del Grupo de la Recreación. No sé, según los textos, los nefilim eran seres más resistentes que los humanos, superiores a ellos en algunos ámbitos. Y los Hijos del Equilibrio tienen una esencia igualada en oscuridad y luz. Tal vez quieran alejarlos del resto de los humanos para no contaminarlos con la impureza que asola a la mayor parte de la humanidad, o puede que quieran entrenarlos con el motivo de enfrentarlos a algún fin determinado, o manipularlos con la intención de que ejerzan una gran influencia para sus fines sobre el resto de la especie humana. No sé, ¿tú qué opinas?

Angelo se acaricia la barbilla con gesto pensativo. ¡Eh! ¡Parece que se está tomando en serio mis teorías! Me resulta todo un logro respecto a él.

—Son opciones posibles, sí... —asiente—. Pero podrían usar a cualquier otro humano para controlar a otros humanos. Y aunque los Hijos del Equilibrio sean más resistentes, tampoco hay una gran diferencia con el resto de tu especie.

—Aun así hay diferencias importantes. Si no, los ángeles y demonios del grupo de mis padres no se habrían molestado en seguir con sus planes.

—Bien, puede que como dices tenga algo que ver, pero eso no es lo primordial ahora. Lo primero es averiguar dónde los tienen y quiénes son los que están detrás de todo esto.

—¿Quizás alguno de los demonios o ángeles mencionados en los textos sobre los Grigori? —aventuro—. Semyaza, Azazel, Daniel, Turel, Samael, Batraal, Ananiel...

Dos velas para el diablo 2: Alfa y OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora