La clasificatoria había sido una locura, estuvo llena de piques y adelantamientos, incluso tuve algún toque con Max. Al final quedé segunda, justo detrás de Charles. Detrás de mí, Verstappen quedó tercero, y Seb cuarto.
Comimos y cenamos los cuatro juntos después del entrenamiento, y una vez más, me sentí realmente a gusto. Tuve que taparle la boca varias veces a Max, porque amenazaba con irse de la lengua, pero no hubo grandes incidentes. Al final Leclerc iba a enterarse, eso estaba claro, bueno, si Seb no se lo había dicho ya... Me quedé un rato pensativa, pero salí de mi mundo cuando Charles me tiró una bolita de pan de molde.
-Lo has hecho bien- dijo él.
-Ha sido una pasada, Chloe- dijo Max.
-Pero conmigo no has podido- insistió Charles.
-No sigas por ahí, Leclerc, si le hubieran dado una vuelta más, te adelantaba de sobra- añadió Seb dándole un trago a su cerveza, lo miré con timidez y me guiñó un ojo.
Max empezó a toser de forma escandalosa, y de nuevo con muy poco disimulo, paró de golpe con el pisotón que recibió por mi parte.
-Mira Vettel, si este sigue así, la próxima carrera tienes podio- rió Charles, refiriéndose a la tos de Max.
Miré al más joven de tal manera que creo que hasta se asustó.
-Bueno, que tú también puedes conseguirlo con méritos propios... - dijo Leclerc.
Solo podía pensar en Seb, en las ganas que tenía de besarlo, de abrazarlo con todas mis fuerzas. Me parecía monísimo, ahí, con sus ojos azules, observándolo todo con curiosidad. El polo rojo le sentaba genial, joder, no podía parar de mirarlo...
-Nosotros nos vamos a ir yendo- dijo Max de pronto.
-¿Y eso?- preguntó Charles.
-Tenemos que preparar una estrategia para aplastarte mañana en la clasificatoria- dije yo riendo.
-¡Vettel, diles algo!¿No ves que se están metiendo con tu niño?- Dijo Leclerc, abrazándose a su compañero como un chiquillo, y haciendo un puchero.
-Venga chicos, no seáis malos con el pobre Charlie, ya sabéis que se enfada con facilidad - dijo Seb intentando contener la risa, mientras le hacía carantoñas al chico.
-Esto se está poniendo turbio chicos, creo que nos vamos a ir- Rió Max.
-Eso, adiós, nosotros también haremos estrategia- dijo Charles convencido, intentando no reír.
-¡Adiós chicos! - dijimos Verstappen y yo al unísono.
-Nos vemos luego- dijo Seb dándole un codazo a Leclerc.
-Adiós, adiós - se despidió el más joven, que ya trazaba planes en una libreta.
-Sois estúpidos- Me dijo Verstappen-Estúpidos pero bonitos- sonrió.
-Ay Max, no seas tonto- Lo abracé.
-Escúchame Chloe, Seb es un buen tío, y sé que va de duro, pero en realidad es un sensiblón, ahora no le vendría nada bien que le rompieran el corazón. ¿Lo entiendes?
Miré a mi amigo, nunca imaginé tener esta conversación con él -Sí Max, supongo que sí-
-Pero oye, no te desanimes ¿vale?- levantó mi barbilla con la mano, con mucho cuidado, como si fuera porcelana -Eres una chica guay, y Vettel sabrá verlo-
-No lo conozco Max, no lo conozco en absoluto, pero tiene algo... Que me tiene muy tonta, me gusta mucho y tampoco sé qué hacer.
-Es un tipo romántico, y te ha echado el ojo, eso está claro, él también tratará de hacer algo.
-¿Tú crees?
-No lo creo, lo sé- el chico me sonrió con ternura.
Íbamos caminando por la pista, y paré en seco -No me apetece ir al hotel aún Max-
-Pues no voy a dejarte sola- dijo, y se tumbó en el asfalto, la temperatura no era mala.
Aquella noche había montones de estrellas iluminando el cielo, no había ni siquiera una nube que las tapara. No pude evitar tumbarme con Verstappen, aquel cielo era un espectáculo.