Capítulo 53

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Narra Chloe:
—¿Que has hecho qué?— pregunté.
—La he dejado.
—¿Por qué?
—Porque no funcionaba.
Seb observaba la situación sentado en la cama.
—¿Cómo que no funcionaba? ¿Es por Christian?— pregunté.
—No, es por mí.
Aquello sonaba muy cliché.
—¿Cómo que es por ti? No entiendo nada, Max.
El chico estaba alterado, nervioso, como si hubiera hecho el descubrimiento del siglo.
—He estado ciego, Chloe, durante mucho tiempo.
—¿A qué te refieres?
Seb se levantó de un salto —Chicos, os dejo que habléis— me besó la mejilla y golpeó amistosamente el hombro de Max, para justo después salir de la habitación.
—Necesito que me expliques qué pasa, Max.
—He descubierto algo.
—No te enrolles, Colón, ve directo al grano.
—Que...— paró en seco —¡Ay Chloe! ¡Es difícil!—
Posé mi mano en su hombro y él me miró sonriendo.
—Me gusta otra persona, Chloe.
—¿Cómo? ¿Quién?
Estaba muy alterado, se puso a dar vueltas por la habitación.
—De hecho, no me gusta, creo que estoy enamorado— su cara expresaba demasiadas cosas.
—¿Enamorado?
—Sí, Chloe.
—¿De quién?
—No te lo puedo decir.
—¿Cómo? ¿Tú estás tonto?
Max se echó a reír.
—No estoy tonto Chloe, me han vuelto tonto— dijo.
Sonaba como un niño enamorado, otra vez.
—¿No me vas a dar ninguna pista?
—No— dijo —Bueno, tal vez—
—A ver— suspiré —¿tengo el placer de conocer a quien te tiene así?—
—Sí, sí— Max no dejaba de dar vueltas por el cuarto.
—¿Y le has dicho algo?
—No.
—¿Por qué? ¿Tú te has visto?
—Es complicado, creo que tiene algo con alguien.
—No me jodas Max...— dije llevándome las manos a la cara.
El chico me miró.
—¿Y qué vas a hacer?
—¿Yo? Luchar, está claro.
Sonaba como un caballero de brillante armadura.
—¿Vas a entrometerte en otra relación?
—No, bueno, tal vez sí.
—Eso no está bien...
—¿Y está bien que yo esté triste?— dijo haciendo un puchero.
—No me pongas en estos compromisos, anda...
Él se encogió de hombros.
—¿Qué vas a hacer entonces?— pregunté.
—Bueno, a ver, somos amigos, supongo que eso es un avance.
—¿Sois amigos? ¿Entonces es de nuestro grupo?— yo flipaba más a cada momento que pasaba.
—Lo es— dijo dándose importancia.
—¡Joder Max!— lo empujé —¡Te odio!— dije riendo.
—¿Por qué?— le cambió el gesto.
—¡Me tienes en vilo!
—¿Quieres más pistas?
—¡Claro! ¡Desembucha!
El chico se echó a reír, le brillaban los ojos.
—Pregúntame tú— dijo.
—¿Color de pelo?
—Marrón.
—¿Liso o rizado?
—Rizadito— sonreía como un estúpido.
Estaba intentando hacer una especie de retrato robot en mi cabeza.
Relacionando conceptos, pensé en Alex; ella tenía el pelo castaño y rizado, y tenía algo con Dan... Era de nuestro grupo, también... Tenía que ser ella, no había muchas opciones más.
—Max.
—¿Sí?
—¿Es Alex?
Él me miró, y como si fuera evidente, negó con la cabeza riéndose.
—¿No?— pregunté —¿Entonces?—
—A ver, a esta persona la conozco de hace más tiempo.
—¿Cuánto?
—Años.
—¿Tanto?
Se me habían roto todos los esquemas, ¿años? ¿A quien conocía Max desde hace años y de quien se hubiera podido enamorar?
Decía que estaba ciego, entonces se ha tenido que dar cuenta ahora, ¿No?
Él se reía sin parar, como nervioso, o sarcástico, no sé.
—¿Qué te pasa ahora?— le pregunté, contagiándome de su risa.
—Es gracioso que hayas dicho a Alex.
—¿Por qué? Es decir, ella es mi mejor amiga.
—Oh ¿tu mejor amiga?— dijo, empezando a caminar hacia la puerta.
—Sí, ¿qué pasa Max?
El chico apoyó la mano en el picaporte.
—Nada...— se rió.
—¡Max! ¡Dímelo!— hice un puchero.
El chico abrió la puerta, aunque la dejó entornada, sin quitar la mano del pomo.
—¡Le voy a quitar el novio a tu mejor amiga!— gritó divertido antes de salir disparado dando un portazo.
—¿¡CÓMO!?— grité yo, saliendo corriendo detrás de él.
A Max le había dado tiempo a meterse en su habitación, que como siempre, era la de en frente a la mía.
—¡Max! ¡No seas imbécil! ¡Abre!— grité aporreando la puerta, y riendo por no llorar.
Desistí, el chico no iba a abrirme, estaba claro.
¿Entonces era Dan? Desde luego lo conoce desde hace años, y sí, tenía el pelo rizado y marrón, y tenía algo con alguien, y era de nuestro grupo...
No esperaba que fuera Ricciardo, es decir, ¿entonces Max era gay?¿O bi? ¿Y Dan? Yo pensaba que Dan era hetero, y si era así, íbamos a tener un problema bien gordo, bueno, a ver, técnicamente yo no, Max, y Alex sí... Pero eran mis mejores amigos... ¡Oh mierda!¡Me iba a caer el marrón a mí!
Estaba yo en el pasillo pensando cómo iba a animar al que acabara peor de los dos; tal vez helado y pizza... Eso anima a todo el mundo ¿no?
—¿Qué haces ahí parada Clo?— Dan apareció por el pasillo.
—¿Qué? ¿Yo? Pues... Intentaba hablar con Max... Pero ya tendré tiempo— reí nerviosa.
—Oh, yo venía a verlo.
—¿Ah sí?— se me abrieron los ojos como platos.
Era muy poco disimulada.
—Ehm... Sí— dijo mirándome raro.
—Yo ya me iba, sí— dije, volviendo a mi habitación —Por cierto, me gusta tu colonia— dije.
—Oh, gracias Clo, es nueva.
El chico se dispuso a llamar a la puerta de mi compañero de equipo, pero lo interrumpí.
—¿Qué tal con Alex?— pregunté, girando sobre mí misma.
—Bueno... Bien supongo.
—¿Supones?
—Háblalo con ella mejor— dijo bajando la vista al suelo.
—Y con lo tuyo... ¿Cómo vas?
El chico dibujó una amplia sonrisa —Muy bien Clo— me abrazó —Y es gracias a ti— dijo.
—¡Ay Dan!— dije, dándole un beso en la mejilla —Anda ve con Max, te estará esperando—
Y con los ojos más brillantes y la sonrisa más amplia que nunca, el chico se adentró en la habitación de Max.
Ojalá estuviera en mi mano hacer que todos mis amigos fueran felices...

[Fórmula 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora