His Little Anxiety™ © Yeongyu.

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CAPÍTULO I
Quiero oírte cantar, Beomgyu

A esas horas nadie más que los llamados "mala conducta" estaban rondando por las instalaciones del colegio.

Una vez más Yeonjun dijo adiós a esa aburrida sala de castigo y con el paso más rápido que sus pies podían ir comenzó a encaminarse fuera del colegio, era demasiado tarde para tomar autobús e ir a su casa, así que esta vez le tocaba irse a pie.

Pasó por los vacíos pasillos, paso tras paso, hasta que creyó oír algo... El eco avisó al chico sobre una melodiosa voz que se hacía danzando sobre el aire en algún lugar cerca de donde estaba.

La curiosidad obligó a Yeonjun a moverse hacia aquel sonido, así que sin más fue alivianando el paso hacia el pasillo siguiente.

Allí fue donde conoció a Beomgyu.

Choi Beomgyu estaba sentado con la espalda apoyada en los numerosos casilleros, cantaba aprovechando el eco de aquel lugar, lo hacía sin parar con los ojos cerrados, disfrutaba hacerlo. Yeonjun no sabía la razón por la cual Beomgyu estaba allí a esas horas sin ninguna señal de que se iría así que decidió interrumpir su momento e ir a preguntar, cabe destacar que era la primera vez que Yeonjun notaba la presencia de aquel chico en el colegio.

—¿Oye?

Beomgyu se sobresaltó e inmediatamente sacudiéndose se levantó del suelo abriendo sus ojos como plato.

—Ya es tarde, ¿Qué haces por aquí?

—Eh... yo —vaciló rascándose la nuca, Beomgyu no sabía que decir exactamente, él sólo lo hacía porque sí, porque quería y podía hacerlo, al menos eso pensaba.

—Mejor acompáñame a la salida, ya los directivos se van y si te ven aquí seguro te regañan

El menor asintió y siguió a su contrario.

Los dos caminaron rápidamente a la salida donde únicamente estaban los compañeros de castigo de Yeonjun esperando a que vengan por ellos y los dos chicos mencionados anteriormente, Yeonjun y Beomgyu.

—¿Eres nuevo? No te había visto por aquí —soltó mientras caminaban hacia donde se acordó.

—No soy nuevo, sólo que no salgo mucho de los salones —explicó estoico y metió las manos en sus bolsillos.

—Ah, ya veo, ¿No es aburrido?

—¿Qué?

—Quedarse en los salones —explicó con simpleza.

—No, a mí me gusta.

Yeonjun entre cerró los ojos y supuso inmediatamente que Beomgyu era ese tipo de chico asocial que se la pasaba encerrado en su habitación haciendo cualquier cosa productiva, todo lo contrario a Yeonjun— Me tengo que ir... ¿Beom?

—Beomgyu —corrigió su nombre.

—Beomgyu —sonrió ampliamente— nos vemos luego.

Yeonjun pensó que el trayecto hacia su casa sería aburrido ya que estaría sin compañía un largo camino, pero la verdad es que su mente se distrajo tratando de recordar aquella melodía que cantaba el chico que acababa de conocer, era increíble que nunca hubiese notado su presencia, Yeonjun conocía a todo el mundo en el colegio, ¿Cómo puede ser que no haya visto su rostro ni siquiera una vez?, total, Yeonjun estaba segurísimo de que su voz lo había dejado totalmente cautivado, indudablemente él quería escuchar eso una vez más.

"Qué lindo canta el niño..."

Yeonjun llegó a casa sudando debido al intenso calor que reinaba por esos meses. Saludó a su madre quien lo llamó para comer pero este hizo caso omiso a tal petición e inmediatamente se estampó de cara en su cama.