Esa chica que se quedó conmigo se llamaba Misty. Ella no me pregunto por mi nombre porque ya me conocía por Fresa. Quise explicarle mi verdadero nombre pero dijo que era mejor asi. Me dijo que cama podía usar. Las camas tenían dueñas y no debía cruzar la línea si no quería provocar una pelea. Me explico que debía ser lo menos ruidosa posible para evitar problemas porque al Jefe no le gustaban las personas conflictivas.
Había reglas.
El Jefe las impuso al tener el dominio de la casa y cada uno debía respetarlas si quería sobrevivir en este lugar. El Jefe no perdonaba a nadie. El era el dueño y señor de todo y de todos.
-Te traje el desayuno, Fresa. -Misty deja una bandeja gris al pie de la cama que me dijo que usará -Hable con El Jefe y dice que puedes salir cuando quieras. ¿Porque no vamos afuera?
-Me llamo Venecia. ¿Cuántas veces te lo tengo que decir?
Suelta un jadeo.
-Acá dejas de ser quien eras -explica.
Hablaba de nosotras como si fuéramos otra personas. Siempre que debía referirse a nosotras no lo hacía como si fuéramos seres humanos. Nunca miraba a los ojos a los guardias que custodiaban en la puerta y era muy respetuosa con ellos.
Se levantó el cabello en una cola de caballo, peinándose con los dedos y lo ato en un moño negro. En su cuello veo algunas marcas que dejaron de la noche anterior. Corro la vista hacia otro lado. Trato de evitar ver ese tipo de cosas, ignorarlos, porque quiero vomitar de solo pensar de dónde vienen.
-Yo sigo siendo yo -le contradigo enfadada.
Me molesta mucho que me trate como si lo que estuviéramos viviendo fuera algo normal. Habla con calma mientras me muero de miedo.
-¡Déjame en paz! -le grito arrojando la bandeja de comida lejos de mi -¡No te quiero cerca!
Odio su tranquilidad ante una situación tan crítica como esta. Me hace poner enferma y causa mal estar en mi cuerpo. Cuando llegue, y me dijo que no se podía salir de este lugar, no dejaba de llorar por el miedo mientras que ella lo único que hizo era bailar por todos lados alegremente y contarme chistes.
Misty se queda mirándome con mucha tristeza, recoge la bandeja del suelo y se va.
Más tarde vuelve con la merienda para mi. Ella parece ser la única que puede entrar y salir de esta habitación. Se por ella que hay más chicas aparte de nosotras pero que están en otro sitio porque estoy yo aquí. El Jefe le da un mes a las nuevas chicas para que se acostumbren a su nuevo hogar.
-Seguramente esto no es a lo que estás acostumbrada... Lo siento, Fresa. -Enserio se siente mal.
-No, está bien. Gracias.
Levanto la taza color amarillo canario y miro su nombre escrito en la parte baja. Nunca vi a nadie que le pusiera su nombre a un objeto. Bebo del té, que no tiene azúcar, y muerdo de la tostada.
-Voy a conseguir cosas para ti. -Misty se ve más contenta al ver que estoy comiendo. Ella cruza las piernas encima de la cama y se agarra de la punta de los dedos, sonriendo. -Tendré que ponerle el nombre Fresa porque si no nadie sabrá que se refiere a ti. No tengo alternativa.
Fresa
Misty decía que así me nombró oficialmente el Jefe. Mí estómago empezó a presionarse y acabo por vomitar todo lo que acababa de haber comido. Estalle llorando al lado del inodoro, mientras Misty me sostenía contra su pecho.
-Fresa, te ves mal.
- No me llames Fresa -Lloro en su pecho solamente cubierto por un sostén color fucsia. Se quito la remera para limpiarme la cara porque alguien se llevo las toallas la primera noche que llegue. Misty dice que fue porque algunas intentaron suicidarse al llegar -Me llamo Rose pero me dicen Venecia. No me llames Fresa.
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MENTIRAS CRUELES: Yo Soy Tuya
ChickLitÉl la desea como nunca le paso con nadie... Ella sólo quiere usarlo para escapar... ESTA HISTORIA FUE ESCRITA EN EL AÑO 2019 Y EDITADA EN EL AÑO 2021 Y PRINCIPIOS DEL 2022. ESTA PROHIBIDO CUALQUIER COPIA PARCIAL O TOTAL DE ESTA NOVELA. NO QUIERO NIN...