MENTIRAS CRUELES: Yo Soy Tuya

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Kevin me agarra del cuello con una mano y me estampa contra la pared. Sonrio. Subo la mano hasta su muñeca y cierro mis dedos a su alrededor.

-¿Que es lo que quieres de nosotros? -me pregunta con los dientes apretados.

-Ay, como me calienta que me agarres asi...

Una lastima que tengas que ser tú, Kevin.

-¡Dime!

Suelto una risita.

-Dos más dos es cuatro, cuatro más cuatro es ocho, ocho más ocho es dieciséis, dieciséis más diecisiés es...

Kevin levanta mi cuerpo con su mano y me vuelve a estampar con fuerza contra la pared. Parpadeo. La habitación da vueltas a mi alrededor. Mis ojos suben al techo y suelto una risita.

-¿Que es lo que estas tramando, Puta de mierda?

Bajo la mirada a su cara.

¿Enserio piensas que te voy a contar algo? Ah... eres tan iluso, Kevin.

De pronto ha desaparecido el temor en su mirada y eso se debe porque saca su pistola del cinturón y me apunta en mi cara.

-Dime que es lo que te traes entre manos ¡Habla o te juro que te mato, Fresa! El Jefe no va a protegerte esta vez, Fresa. Es más, creo que cuando se entere me lo va a agradecer por que le estoy haciendo un favor. No tengo pruebas pero estoy seguro que algo estas tramando con tus amigas y que por eso de repente te acercaste al Jefe.

-No tienes nada con que amenazarme para que te suelte mis secretitos. Tampoco me das miedo.

-¿Y que me dices de Misty y de Penélope?

-Mmm... eres un poco listo. No tanto para un dos, pero, un uno es bastante para alguien de tu nivel.

-¿Y eso que?

-¿Que pretendes hacer con esa arma? -me burlo de él -¿Amenazarme para follar contigo? Vas a morir antes de ponerme un dedo encima. 

-¿Y que vas a hacer, Fresa? ¿Vas a gritar para que venga El Jefe a salvarte?  ¿Crees que le importas? -le llega su momento de burlarse -Solo eres una puta. Solo sabes coger, Fresa. En realidad es que tú no vales nada.

-Yo no necesito que nadie me ayude para lidiar con una mierdita como tú. Jen puede venir si quiere pero sabe que no necesito que ande protegiéndome.

-¡Hay un sistema en esta casa! ¡Yo mando y tu obedeces!

-¿En que te basas? ¿En que yo soy mujer y tú hombre? Querido, que cliché.

Se como hacer de mi papel y comportarme de la manera en que ellos quieren. Pero, ¿y si me canso de actuar de la misma manera todos los días? ¿Y si hay otro personaje que me puede llevar más lejos?

-¿Quieres que te cuente un secretito?

-No.

-Te lo voy a contar igual. -sonrio mostrando los dientes -No creo que tengas el coraje para matarme. Eres un cobarde.

Su respiración se acelera más y se vuelve entrecortada, casi sin aliento. Esta bastante enojado. Estamos llegando a dónde queremos. Kevin me mira cada vez más extraño.

-Esto es lo que te gusta, ¿Verdad? ¿Disfrutas viendo sufrir a los demás?

Me observa desconcertado.

-¿Crees que puedes psicoanalizarme?

Vamos, Kevin, los dos sabemos que soy demasiado lista para un tipo como tú. Clavo mis ojos en los suyos. ¿Entenderme a mi? ¿Él? Por favor, se esta poniendo en ridículo cada vez que abre la boca.