MENTIRAS CRUELES: Yo Soy Tuya

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Apago la televisión y le arrojo el control remoto directo a la pantalla.

Bien. Que comience el show.

Voy hasta el armario, lo abro de par en par y saco a tirones las perchas que le corresponde, una por una, y las arrojo al suelo hasta crear una montaña de ropa. Entro en el baño, tomo las cosas de baño que Misty me dio está tarde y las pongo encima de mi ropa.

-¿Señora, está bien? -pregunta un guardia, hablando con cuidado.

Me giro.

-Diganle a su Jefe que lo estoy abandonando.

Me saco la remera de Jen de un tirón, como si me molestara, y agarró una camisa y un jean negro. Me visto rápido y me sujeto el cabello con una hebilla.

Respiro hondo.

Si vamos a hacer un escándalo debemos asegurarnos que sea inolvidable. ¿Si no como nos aseguramos de ser insuperables?

La puerta se abre detrás de mí.

Jen cierra de un portazo.

-¿Que es eso de que me abandonas? -pregunta irradiando hostilidad al hablar.

Cierra la puerta de una patada.

Pasando por su lado derecho, agarro unas botas que deje en el suelo esa tarde y las sumo a la montaña de ropa. Jen me agarra del brazo pero tiro con fuerza y entro en la cocina.

-¡Fresa!

Agarro la caja de fósforos y la botella de vodka que tiene encima de la mesa. Jen me agarra de las muñecas y me empuja contra la pared.

-¿Me puedes responder?

-¿Acaso de infiel también eres sordo? -pregunto -Te pedi una sola cosa, Jen, y no has podido cumplirla.

-Dejame explicarte.

-No necesito que me expliques nada. Lo vi perfecto con estos dos bonitos ojos.

Estoy en una habitación a solas con alguien que parece tener un temperamento tranquilo y dócil pero que en el fondo es todo lo contrario. Ni siquiera tengo la noción completa de que tan jodido está por dentro. Y aunque logre demasiado, ya no se cuánto tiempo más pueda contenerlo.

Estoy segura que más de una ya los vio. Ojala Misty ya sea participe del chisme nuevo y este poniendo manos en la obra. Espero que Misty sea rápida, que se haya enterado de la noticia y que me saque de aquí cuanto antes.

Jen me mira con una expresión grave, asustado. Sus manos se agarran más fuerte de mis muñecas hasta el punto donde me hace daño y entonces, sin pensarlo dos veces, levanto la rodilla y le pego entre las piernas. Le empujo de la cabeza con una mano, lo rodeo y abro la botella de vodka con la boca. Pongo la botella boca abajo, arrojando el liquido sobre la ropa, la dejo caer y abro la caja de fósforos.

-Si no eres mio completamente, entonces no te quiero.

Dejo caer el fósforo encendido en la montaña de ropa y este se llena en una llamarada.

-¿Que mierda hiciste? -grita, empujandome a un lado.

Ay, me parece que te queme las camisitas... Que lástima.

Jen se esfuerza por apagar el pequeño incendio. Les salta encima, golpeando con su saco la ropa, mientras sus guardias entran sin invitación. Ellos nos miran, primero a él y luego a mi, y después, como si hubieran tomado la desición, empiezan a ayudar al Jefe a matar las llamas que yo misma les di vida.

¿Te metiste conmigo? ¿Me dijiste que mi ropa era provocativa? Ah, pero si tu ex te besa delante de otros esta bien ¿Quien mierda piensas que sos?

-¡No la bese! -Grita, agarrandome de la cara -¡Yo no la bese!