MENTIRAS CRUELES: Yo Soy Tuya

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Esa noche no voy a su habitación.

La primera noche fuera de la cama king size del Jefe fue un poco más incómoda de lo que imagine. Había olvidado lo duro que era el colchón que nos daban para dormir. Toda la noche me remuevo inquieta y cuando al fin logro dormir gracias al cansancio, Kevin aparece y nos obliga a levantarnos.

-Venecia, levántate -me dice Penélope, dando unas palmaditas a mi hombro. -Vamos.

Abro los ojos y me encuentro con la cara adormilada de Penélope encima de mí. Bostezo. Levanto las sabanas y me siento. A mi alrededor se escuchan las quejas de las demás y sus pasos apurados moviéndose por la habitación. Siento mi cuerpo bastante entumecido. He pasado la noche entera sin poder dormir. Me levanto, estiro los brazos encima de mí cabeza y salgo disparada detrás de Penélope. Misty está esperando al lado de la puerta y nos hace señas para que nos apuremos.

Olvide lo importante que es levantarse temprano antes de que corten el agua caliente.

Una vez que cruzamos la puerta nos ponemos a ayudar a las demás para tratar de cerrar la puerta antes de que sigan pasando más. Vuelvo a agradecer que Penélope tenga el sueño liviano y pueda levantarse ante el primer sonido. Si no fuera por ella, Misty y yo todavía seguiríamos bañándonos con agua fría.

-Buenos días -mascullo, y me paso la mano por la frente.

Misty y Penélope responden vagamente.

Muy despacio pies avanzan hasta uno de las duchas y apoyo la frente contra la pared. Es increíble lo cansada que me siento en este momento.

Me acostumbré rápido a la vida fácil

-Hola, Fresa -Vanesa apoya su mano al lado de la pared y apoya su hombro contra la pared, sonriéndome de lado. -¿Como estás?

Ah, las arpias vienen a comer las sobras

Meto las manos en los bolsillos de mi campera y levanto la barbilla, mirando hacia los azulejos.

-¿Has dormido bien? -me pregunta.

No respondo. Me doy cuenta fácil que está tratando de provocarme... ¿Será un intento parecido a lo que hice con Suzanne? Sonrió. Como si pudiera hacerme morder el anzuelo.

-Anoche El Jefe se quedó solo ¿Que paso? -me pregunta tranquila -¿Ya se aburrió de ti?

Miro a mi alrededor. Hemos conseguido la atención de las demás... El chisme siempre las despierta.

-¿Vienes a preguntar si puedes quedarte con mi sobra? -giro la cabeza y la miro de nuevo, levantando la ceja -Si es así...no me pidas permiso. Ya termine con él.

-¿Tú terminaste con él? -se ríe.

Ahora me toca a mi sonreír y empezar a provocarla.

-Ya tome lo que quería y lo dejo ir. -ladeo la cabeza -Si no... ¿Porque piensas que lo puedes tener?

Penélope, parada detrás de mi, suelta una especie de risa y bufido a la vez.

-Te creiste más importante que Suzanne y mira dónde terminaste.

Sonrío.

Que linda

-Uh, cariño... ¿Piensas que con eso me lastimas?

hago un mohín.

-Ya vete, Vanesa. -Misty está sonriendo.

-No, dejemos que siga. -me inclino sobre ella -pero, ¿Que dirá Suzanne cuando se enteré de lo que hiciste? -le paso el dedo por la comisura de su boca -cuidado, quedo un poquito aquí. No vaya a ser que te vea o que yo le cuente primero... Lo que surja primero.