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La puerta es de madera oscura, con un picaporte de plata.

-A veces me pregunto cuando será el día en que no deba preocuparme por tu curiosidad, Fresa.

¿Que? Me giro para ver al Jefe ubicado a un metro de mi. Se supone que debería estar arriba, en reposo. Frunzo el ceño y retrocedo otro paso hacia atrás.

-¿De verdad alguna vez le preocupo mi curiosidad o solamente acaba de usarlo por que tenia ganas?

Con una expresión casi aburrida, se pasa las manos por el cabello.

-Por que me parece que a usted le importe demasiado lo que ninguna de nosotras hagamos.

Con las manos todavía en su cabeza, su ceño se arruga y levanta una ceja antes de sonreír, como si dijera "me atrapaste".

-¿Y por que debería?

Vaya, es bastante honesto...

-¿Por que debería? -repito, asombrada.

El simple hecho de que nos tenga aquí retenidas en contra de nuestra voluntad debería ser suficiente para que sintiera algo. Su conciencia debería molestarle.

-No me importa, Fresa.

-Si, eso lo noto.

-¿Entonces, porque te molestas en preguntar cosas que sabes de mi? Incluso antes de responderte ya tenias tu idea hecha de mi.

Intento no darle importancia. Solo debo marcharme. Este hombre es un imbécil, infiel y con el que no se puede hablar por más de diez minutos. ¿Por que pierdo el tiempo con alguien como el? Es una completa tontería. Enojada conmigo misma, trato de rodearle y pasar hacia la sala. Cruzo miradas con el antes de arrebazarle. Siento como su mirada me sigue.

-Sin embargo, aunque no me importen ninguna, se todo lo que pasa dentro de esta casa. -dice de repente, avanzando a mi. -Conozco cada uno de todos sus secretos, Fresa.

Detengo mi paso. Su tono de voz me llama la atención de inmediato, de miro enseguida. El se acerca mi, ladeando la cabeza y me agarra del brazo.

-No se que tanto le hayas contado a ese anciano que te anda rondando cada fin de semana, pero si vuelvo a ver que intenta hacer una estupidez como meter a esa gente en mi casa... voy a matarla a los dos.

¿De que esta hablando?

-¿Que dijo? -pregunto sin entender a que es lo que se refiere.

-Robin Loncaster, tu cliente, ha estado mandando diferentes matones a mi casa para tratar de matarme y robarte de mi dominio.

-No es posible que Loncaster haya hecho eso...

Ni siquiera puedo creer que se atreva a inventar semejante estupidez. Dudo seriamente que un hombre que el sea una persona capaz de armar semejante operativo, y mucho menos que tenga los recursos suficientes.

-Asique, mi querida Fresa, si tu amiguito vuelve a intentar hacer una tontería como esa... personalmente, buscare a tus dos amigas, las pondré de rodillas en medio de mi oficina y les voy a pegar un tiro a cada una en la frente, mientras tu observas todo. ¿Has entendido?

¿Como? Siento como mi cara palidece al escuchar sus palabras.

-Luego, te tomare a ti y te enviare tan lejos que tu amiguito, ni siquiera con sus influencias, va a poder llegar a ti nunca más. Voy a dejarte en un lugar tan malo que tu misma vas a rogar todos los días para regresar conmigo.

Y me empuja lejos de él.

Apoya las manos en mis mejillas, tira de mi y me da un beso en la mejilla.

MENTIRAS CRUELES: Yo Soy Tuya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora