MENTIRAS CRUELES: Yo Soy Tuya

18

Esa mañana no puedo dormir, no puedo dejar de moverme y me recuesto de un lado a otro tratando de tranquilizarme. Mis ojos se mantienen cerrados, tratando de forzarme a dormir, y en algún momento logro quedar en la inconciencia pero mis sueños son acosados por un chico de ojos verdes y un Jefe con serios problemas de persecución. Me despierto con el corazón latiendo rápido. Me siento en la cama, apoyo los codos sobre mis rodillas y me agarro la cabeza. Tengo muchas cosas que hacer y si no duermo lo poco que me queda no hare todo lo que me den de tarea. Basta.

Kevin entra en nuestra habitación un poco más temprano de lo habitual. Penélope, Vanesa y Misty salen corriendo al baño para tratar de tomar los lavamanos antes que el resto. Kevin grita en voz alta que necesita que cuatro chicas vayan a la habitación seis y ocho de la zona V.I.P y todas dejamos de movernos. Vanesa sale del baño y yo paso por su lado rápidamente para ponerme entre mis dos amigas. Cuando él les explica cual es el problema noto que la expresión de algunas se torna oscura y como van palideciendo lentamente. Kevin nos indica a las demás que nos apresuremos a hacer nuestras cosas y que luego regresemos a nuestra habitación hasta que ellos nos digan que podemos salir. Él esta muy nervioso por alguna razón y sospecho que tiene que ser algo relacionado con algun cliente sumamente importante de la casa, por que ya hemos visto a todo tipo de personas entrar por esas puertas y a ellos nunca les ha importado que los reconociéramos.

-El señor Ashton ha dado la orden de dejar el agua caliente hasta la noche. -dice antes de salir.

Siento como me agarran del brazo y me llevan hasta las duchas. Misty me pone detrás de ella y quedo en el medio entre ella y Penélope... ruedo los ojos al darme cuanta del pequeño detalle.

-¿Crees que descubrieron al tipo y lo mataron? -pregunta Penélope en voz baja y apoyando su mentón sobre mi hombro.

Misty la mira ceñuda.

-Penélope, no hables de esas cosas aquí -reprocha.

No, no empiecen a pelearse de nuevo.

Levanto la mano para que dejen de hablar y no comiencen una discusión en el baño.

Penélope me rodea con sus brazos por la cintura, me empuja hacia adelante y se acerca a Misty. Misty se da la vuelta también. Es un modo bastante discreto pero no me gusta. Miro al techo, incomoda, y ella dice:

-Todas aquí sabemos que El Jefe esta vigilando a Venecia después de lo que paso con ese anciano. ¿Cuanto tiempo creen que haya tardado...?

-Penélope, la mujer del Jefe esta aquí adentro con nosotras ¿Por quieres hablar de este asunto aquí adentro? -le advierte apretando los dientes -Se que nada te importa, lo entiendo, pero por una vez cállate la maldita boca y espera un segundo antes de hablar.

Cuanto más se aproximan a la otra, más fuerte Penélope estruja mi cintura con sus brazos. Doblo los brazos y con los codos trato de empujarlas para que no se acerquen demasiado. Misty y Penélope están en un punto que la primera que diga algo equivocado todo explotara y todos los demás seremos el daño colateral.

-¡Ey, trio de tijeras, dejen sus mierdas que nos están solas! -exclama Suzanne desde el fondo de la habitación.

Me ruborizo.

-¡Al menos este trio de tijeras es fiel, mientras a que ti ya de los cuernos que te pusieron no puedes pasar por una puerta!

Arrugo los labios para tratar de no reírme pero cuando todas las demás empiezan a reirse no puedo evitarlo. No es algo gracioso, me digo, pero a veces las ocurrencias de Penélope me dejan sin palabras.

Es casi medio día cuando al fin Kevin nos deja salir de nuestra habitación. Todas nos apresuramos a escondernos dentro de la cocina para comer algo ya que nos hemos saltado el desayuno y todavía tenemos una larga tarde por delante, incluso toda la noche. Los clientes dejaron un completo desastre allá afuera y nos hemos saltado gran parte del día.