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Después de ese día Penelope empezo a poner cada vez más distancia entre nosotras y deje de verla con tanta frecuencia como antes. Era como si hubiera desaparecido de La Casa y como conocia tan bien donde eran los puntos ciegos podia moverse de tal manera que yo pudiera verla. Cada vez que le preguntaba a Misty por ella no habia respuesta y terminaba conveniendome de cambiar de tema. 

Por primera vez me daba cuenta de lo grande que era esto. Habia creado una brecha mucho más grande de lo que cualquier pelea que hubieramos tenido y no sabia si podriamos superarlo.

-¿Sigues buscando a la viuda? -sonrie, y apoya su mentón sobre mi cabeza. -Deberías esperar unos días y esperar hasta que lo perdone... total el sexo con el policia no era inolvidable,

Sacudo mi cabeza y me lo saco de encima...

-¿Y tu tienes mucha experiencia en no ser olvidable? 

-Lo pregunta la chica que todavia no puede caminar bien...

¡Se la deje servida! Lo miro sobre el hombro y sus labios chocan con los mios. Jen me agarra de la cara con las dos manos, roza mi oreja con los labios y me empieza a besuquear.

-¿Quieres que te lo demuestre? -dice, besandome en los parpados, el mentón, la punta de la nariz y los labios. La punta de su lengua roza mi labio inferior -Quieres que te coja, Fresita... por que deseo mucho el sabor de mi Fresita en mi lengua...

¡Bueno, Galan!

Le pongo una mano en el pecho y lo aparto. Una sonrisa se dibuja en sus labios, divertido, y se vuelve a inclinar para darme otro beso. El corazón se me acelera y mi respiración se vuelve densa. Me observa y mi respiración es entrecortada para este punto. Tira mi cabeza hacia atrás y me besa. Sus dedos me acarician, mientras su lengua se envuelve con la mia, mis manos suben y engancho los dedos en su cabello para tirarle del pelo. Gimo en su boca. Él empieza a bajar mis manos por mi cuerpo y aprieta mis pechos. Baja con sus labios por mi cuello y besa en el inicio de mis pechos.

-No te preocupes, Cariño. Yo siempre quiero tener sexo contigo -desliza la mano por mi vientre y roza con sus dedos el elastico de mis calzas. Su boca se pone en mi oreja -Sin importar el lugar, la hora... o quien este.

Lo miro mientras se aleja de mi y de golpe me pongo de pie... le agarro la cara con las manos y lo beso. Jen pasa las manos por mis gluteos, los masajea en circulos y después lo mete debajo de mis calzas, hace a un lado mi ropa interior y empuja un dedo dentro de mi. Somos todo besos y lenguas húmedas, mis manos no dejan de moverse por su cuerpo, mientras su mano empieza a moverse más deprisa... oh, es una locura... me agarro con fuerza de los brazos, jadeando con fuerza, y sintiendo como empuja otro dedo de mi, dentro, fuera. Tiro la cabeza hacia atrás y su cuello se pega a mi garganta. Luego pasa el dedo humedo por mi al clítoris y lo masajea... su dedo baja y se vuelve a empujar más rapido dentro de mi, dentro y fuera y acabo escandalasamente... mi cuerpo tembloroso cae contra su pecho y mis gemidos se esconden en un beso devorador. 

-Ah, esas manos... -jadeo en su oido, dejanme caer sontra su pecho -Jen, te necesito dentro de mi... 

Jen se lleva los dedos a la boca y se chupa los dedos. 

Me bajo las calzas y lo empujo hasta sentarlo en la cama. Jen me saca la remera y desabrocha mi sosten. Nuestras bocas se vuelven a reclamar con furia y echo la cabeza hacia atrás cuando mete su mano entre mis piernas y me acaricia el clitoris con la almohadilla de la mano, mientras empuja dos dedos dentro de mi. Su boca baja hasta mis pechos desnudos, besa mi pezón y tira con los labios y se lo mete en la boca. Siento que mi cuerpo esta en llamas. Sus labios no me abandonan mientras sus dedos entran y salen ritmicamente. 

MENTIRAS CRUELES: Yo Soy Tuya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora